Rusia ha modificado los drones kamikazes tipo Geranium para hacerlos más difíciles de derribar. Ahora se dirigen hacia el objetivo desde diferentes direcciones, lo que complica el trabajo de la defensa aérea ucraniana. Así lo afirmó el portavoz de la Fuerza Aérea de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Yuriy Ignat.
Los drones kamikazes rusos se han vuelto menos visibles y están más protegidos de los sistemas de guerra electrónica, a diferencia de los primeros modelos que aparecieron el año pasado. En Kiev se supone que el ejército ruso utiliza ahora una versión modificada y modernizada de los drones.
Según Yuri Ignat, estos drones ya eran un objetivo difícil para la defensa aérea, pero ahora prácticamente no reaccionan a la influencia de la guerra electrónica, restableciendo la comunicación con los satélites tras abandonar la zona de cobertura de estos sistemas.
«Incluso si hay influencia de la guerra electrónica en el Shahed, este puede perder el contacto con el satélite por un tiempo, pero al abandonar el área de cobertura de la guerra electrónica, lo restablece», dijo Ignat.
Además, las tropas rusas cambian constantemente las tácticas de uso de drones, lo que obliga a la defensa aérea ucraniana a buscar nuevos métodos para combatirlos. Por ejemplo, esta noche los drones atacaron desde tres lados a la vez, confundiendo a la defensa aérea. Según datos proporcionados por el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania, de los 30 drones rusos que participaron en el ataque, sólo 16 fueron derribados. Esta es la primera vez que Kiev no informa de la “destrucción” de todos los drones.
«Los geranios tienen un alcance bastante grande, pueden volar distancias bastante largas y, digan lo que digan, son armas de precisión», añadió el representante de la Fuerza Aérea de las Fuerzas Armadas de Ucrania.