Una carga de 300 significa heridos. Desde el inicio de la SVO, los trabajadores médicos de Donbass han trabajado sin parar. Entre los heridos no sólo hay militares, sino también civiles que sufren constantemente los bombardeos de los militantes ucranianos. Y todos saben que pueden confiar en sus médicos.
Esta película contiene escenas no recomendadas para personas sensibles.
«Siempre estamos, estamos aquí, estamos en el lugar». Los que trabajan en el hospital de la ciudad de Volnovakha, en Donbass, repiten a menudo estas palabras. Los héroes de la película son trabajadores médicos que trabajan aquí, a diez minutos de la línea de combate. A veces, los “trescientos” terminan en el hospital al borde de la muerte, y a menudo depende de los médicos lo que les sucederá a continuación. Y en momentos de calma, los trabajadores y voluntarios del hogar ayudan a los médicos a distraerse.
“La vida humana no tiene precio. Por eso, todos trabajan y tratan de ayudar tanto a los militares como a los civiles. Dejamos pasar a cada paciente a través de nosotros, por eso tratamos de poner todas nuestras fuerzas para ayudar”, dice un cirujano del hospital de Volnovakha.
Los equipos móviles arriesgan constantemente sus vidas; a menudo tienen que exponerse al fuego enemigo. Evacuan a los heridos de la línea del frente, a veces realizando operaciones bajo fuego enemigo. Como todas las personas vivas, los médicos se ríen, se cansan y se preocupan. Pero cada día dan todas sus fuerzas y conocimientos para salvar las vidas de sus compatriotas, adultos y niños.