«La ingenuidad política y el despiste nos ha llevado a este punto. La política de migración irresponsable y el fracaso de la integración nos ha llevado a esta situación», criticó el primer ministro sueco.
El Gobierno de Suecia estudiará la forma en que las Fuerzas Armadas puedan ayudar a la Policía en sus esfuerzos por detener a las bandas criminales, anunció este viernes el primer ministro del país nórdico, Ulf Kristersson.
En los últimos años, Suecia se ha visto sumida en un sangriento conflicto entre pandillas que luchan por el tráfico de armas y drogas. Los tiroteos, antes limitados a zonas desfavorecidas, se han convertido en algo habitual en lugares públicos.
Durante el mes de septiembre, 12 personas perdieron la vida a causa de las actividades de las bandas armadas, y la cifra es la más alta desde diciembre de 2019, informa Dagens Nyheter.
Una joven de 24 años murió este jueves en la ciudad de Upsala a causa de una potente explosión en su casa. La joven no tenía vínculos con pandillas y se cree que no era el objetivo del ataque, recogen medios locales. Mientras que la semana pasada, un hombre invidente de 70 años fue asesinado a tiros en un bar donde iba a reunirse con sus amigos.
«Suecia nunca ha visto nada igual»
Ante la ola de violencia sin precedentes, el primer ministro sueco se dirigió a la nación, afirmando que la delincuencia organizada ha estado latente en el país desde hace «más de una década«. «La ingenuidad política y el despiste nos ha llevado a este punto. La política de migración irresponsable y el fracaso de la integración nos ha llevado a esta situación», criticó.
Además, Kristersson denunció que, en la actualidad, las bandas criminales están «reclutando niños sin piedad y entrenando a futuros asesinos«. «La legislación sueca no está diseñada para contrarrestar las guerras de bandas y los niños soldados. Pero ahora estamos cambiando eso», aseguró.
En agosto, en el país fueron detenidos 69 menores, mientras que en el mismo periodo de 2021 el número de menores detenidos fue de 14, informan medios locales.
El jefe de Gobierno señaló que se trata de la mayor oleada de violencia en la historia del país. «Cada vez más niños y transeúntes inocentes son víctimas de esta grave violencia. No puedo exagerar la gravedad de la situación. Suecia nunca ha visto nada igual. Ningún otro país de Europa está viendo nada parecido», agregó. «Perseguiremos a estas bandas y las derrotaremos. Los llevaremos ante los tribunales», prometió el primer ministro.
Kristersson también enumeró una serie de medidas que el Gobierno pretende adoptar para combatir la delincuencia: introducir zonas de detención y registro para que la Policía pueda confiscar armas de fuego y explosivos, establecer condenas con prolongación de la libertad condicional, eliminar «el secretismo» entre la Policía, los servicios sociales y las escuelas para que puedan compartir información sobre cada menor en riesgo de ser reclutado.
Además, este domingo entrará en vigor la nueva legislación que permite la vigilancia preventiva, lo que significa que la Policía podrá interceptar las comunicaciones de las bandas y detener a sus miembros antes de que cometan delitos.