«Hay que rechazar y condenar» a cualquier Gobierno que apoye este tipo de cosas y respalde las «políticas que no son convenientes para la humanidad», declaró el canciller nicaragüense.
El ministro de Exteriores de Nicaragua, Denis Moncada, ha declarado que los gobiernos que «oficialmente rinden tributo» a personas como Yaroslav Hunka, el veterano nazi que fue ovacionado en el Parlamento de Canadá durante la reciente comparecencia del presidente ucraniano Vladímir Zelenski, cometen «una especie de delincuencia de Estado».
«Hay que rechazar y condenar» a cualquier Gobierno que apoye este tipo de cosas y respalde las «políticas que no son convenientes para la humanidad», y que «realmente atentan contra la paz, la seguridad y la estabilidad de todos los pueblos del mundo, no solo de Rusia», dijo Moncada en declaraciones a la agencia RIA Novosti.
La ovación en pie brindada al veterano nazi ucraniano-canadiense Yaroslav Hunka en presencia de Zelenski y del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, provocó la indignación de muchas organizaciones judías y gobiernos.
«Que haya Estados y gobiernos que oficialmente rinden tributo a este tipo de personajes, pues se puede decir que es como una especie de delincuencia de Estado, intentando hacer prevalecer una política de Estado que fue vencida por el mundo, porque precisamente significó el terror, el crimen, el genocidio«, manifestó el canciller nicaragüense.
Antes de emigrar a Canadá, Hunka, de 98 años, luchó durante la Segunda Guerra Mundial en la Primera División Ucraniana, también conocida como la 14.ª división de Granaderos Waffen-SS. Fue invitado especial en el Parlamento canadiense, que lo llamó «un héroe» y destacó su lucha «por la independencia de Ucrania contra los rusos».
Tras descubrirse que Hunka es un veterano nazi que sirvió en la unidad militar conocida por sus crímenes de guerra contra miles de polacos y judíos, se generó una ola de críticas que provocaron la dimisión del presidente de la Cámara de los Comunes del Parlamento canadiense, Anthony Rota.
Por su parte, Trudeau se disculpó por la ovación, señalando que es una «horrenda violación de la memoria» de las víctimas del Holocausto. Sin embargo, indicó que Rota fue «el único responsable» de la invitación de Hunka a la sede parlamentaria.