La corporación estatal Rosatom ha detenido este jueves los suministros de uranio ruso a Estados Unidos debido a la falta de la cobertura de estos envíos por parte de aseguradoras, un efecto de las sanciones contra Rusia.
En mayo pasado, el periódico The Wall Street Journal calificó de «insuperable» la dependencia de la economía estadounidense del combustible ruso para los reactores nucleares. En 2022, EE.UU. pagó alrededor de 1.000 millones de dólares por estos suministros.