La portavoz de Cancillería rusa calificó el homenaje brindado a un veterano nazi en el Parlamento del país como la «apoteosis de la inmoralidad del Gobierno canadiense».
Las autoridades canadienses están «a la vanguardia» de los que falsifican la historia de la Segunda Guerra Mundial, declaró este miércoles la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, durante una sesión informativa.
Hablando de la «glorificación de los criminales nazis» en el país norteamericano y del escándalo causado por el homenaje de la semana pasada al veterano ucraniano de las SS Yaroslav Hunka en su Parlamento, la vocera afirmó: «Hoy se sabe que Canadá está a la vanguardia de quienes en Occidente falsifican activamente la historia de la Segunda Guerra Mundial».
Zajárova calificó lo ocurrido el pasado viernes en Ottawa de «apoteosis de la inmoralidad del Gobierno canadiense». Según ella, a pesar de que el primer ministro Justin Trudeau y los parlamentarios alegan que «desconocían» la iniciativa del ya expresidente de la Cámara de Comunes, Anthony Rota, quien cursó la invitación a Hunka, su ignorancia «no es creíble por principio».
La portavoz aseguró que los presentes en la sede legislativa no solo conocían el pasado nazi del invitado, sino que además son los «ideólogos» de una campaña de apoyo a los representantes de la división Galizien de las SS, de la cual Hunka formó parte, e incluso algunos de ellos son descendientes de integrantes de esta que emigraron a Canadá después de la guerra.
Así, Zajárova recordó que, por ejemplo, la viceprimera ministra canadiense, Chrystia Freeland, es nieta de Mijaíl Jomyak, un colaborador nazi que editaba Krakivski Visti, un diario de propaganda nacionalsocialista y antisemita que se publicó primeramente en Cracovia (Polonia) y luego en Viena durante la Segunda Guerra Mundial.
«¿Así que no sabían en absoluto a quién estaban aplaudiendo? ¿Cómo dirigen el país entonces?», se preguntó la vocera. «Sabían lo que hacían, llevan años haciéndolo, solo que esta vez se han pasado con la rusofobia», agregó.
«La rusofobia ha alcanzado tal grado clínico, que están dispuestos a declarar incluso a una formación de las SS como sus actuales aliados en la lucha contra Rusia. Además, Canadá está financiando y entrenando a los herederos ideológicos de Galizien que forman parte de las Fuerzas Armadas ucranianas».
Además, Zajárova criticó el hecho de que «no hubo ni un solo diputado antifascista en la Cámara de los Comunes que abandonara el hemiciclo para protestar por la traición a su propia historia y a la memoria de las decenas de miles de canadienses que murieron en la guerra contra el nazismo alemán».
La comunidad académica rusa también ha llamado la atención en repetidas ocasiones sobre el silenciamiento de importantes hechos históricos en Canadá. Por ejemplo, como señala el politólogo y periodista ruso Georgui Bovt, en las recomendaciones metodológicas de la Sociedad Histórica Canadiense a los profesores de escuela sobre cómo enseñar la historia de la participación de Canadá en la Segunda Guerra Mundial, la URSS solo se menciona una vez en doce páginas, en una lista general de los principales países de la coalición antihitleriana.