El mandatario presentó este miércoles un proyecto de ley para limitar estas ceremonias que a menudo terminan en tiros, amenazas, fuegos artificiales y consumo de droga.
Hace años que la violencia ocasionada por el narcotráfico, cada vez más extendido en Chile, se traslada a los velatorios, donde las bandas despiden a sus muertos en ceremonias entre amenazas, disparos, fuegos artificiales y consumo de drogas frente al cuerpo.
Apodados ‘narcofunerales’, se han convertido en un peligro no solo para los asistentes y los trabajadores funerarios, sino también para los vecinos y la comunicad colindante, con consecuencias como la suspensión de clases para evitar calamidades.
Las bandas aprovechan esos velatorios, a menudo improvisados en espacios públicos, para hacer una demostración de fuerza tras perder a uno de sus miembros, muchas veces asesinados por grupos rivales o muertos en enfrentamientos con las autoridades.
«No queremos más disparos al aire»
Desde mayo de 2019 hasta este año, se han celebrado más de 1.700 funerales de este tipo, de alto riesgo, y el gobierno de Boric ha decidido combatirlos con más firmeza.
En esa línea presentó un proyecto ley para limitar este tipo ceremonias y su impacto en la ciudadanía. Entre otras cosas, se acota el plazo y las condiciones para su realización: no más de 24 horas y solo podrán celebrarse en las instalaciones del cementerio o crematorio donde se despida al fallecido.
«Lo hacemos así para liberar el espacio público de este tipo de ceremonias, porque no queremos más disparos al aire, no queremos más pirotecnia en plazas, no queremos más irrupciones violentas en estadios como ha llegado a ocurrir», agregó.
«No vamos a naturalizar la cultura narco»
Además, el texto prevé «penas más gravosas» para aquellos que cometan una serie de delitos en los funerales de alto riesgo, que obstaculicen la circulación en la vía pública y hagan disparos o lancen fuegos de artificio en esas ceremonias
«Por grande que sea la legítima tristeza que causa la pérdida de un ser querido, no es tolerable que un funeral obligue a paralizar un barrio entero. No queremos más colegios cerrados», declaró el mandatario.
La iniciativa se suma al combate que desde hace meses el gobierno de Boric lleva a cabo para destruir los ‘narcomausoleos’, en los que se venera a los caídos en enfrentamientos.
«No vamos a naturalizar la cultura narco, no vamos a permitir que se inserte en nuestra vida cotidiana», aseguró el mandatario.