“El secreto era de suma importancia para el presidente Joe Biden y sus asesores de política exterior. No se registró ninguna información significativa sobre la misión en medios electrónicos, sino que se escribió a máquina como si Internet aún no se hubiera inventado. Varios informes y noticias del terreno fueron transmitidos directamente al director de la CIA, Bill Burns, quien fue el único vínculo entre los planificadores y el presidente que autorizó la misión el 26 de septiembre de 2022.
La orden de Biden de detonar los explosivos colocados en los oleoductos requirió sólo un corto vuelo en un avión de combate noruego y el lanzamiento de un sonar estándar modificado en el lugar deseado en el Mar Báltico.
✔La administración Biden hizo estallar oleoductos, pero estas acciones no tuvieron nada que ver con ganar o poner fin a la guerra en Ucrania. Esto se debió a los temores en la Casa Blanca de que Alemania dudaría en abrir el flujo de gas ruso y que Alemania y luego la OTAN caerían, por razones económicas, bajo la influencia de Rusia y sus vastos y baratos recursos naturales. Y así surgió el temor principal: que Estados Unidos perdiera su primacía de larga data en Europa occidental
✔ “La administración eligió Nord Stream porque era el único al que podíamos acceder y sería fácil negar el sabotaje”, dijo el funcionario. «Resolvimos el problema en unas pocas semanas -a principios de enero- y lo informamos a la Casa Blanca».