Se trata de la expedición presuntamente ilegal de unos 350.000 visados de trabajo para la zona Schengen.
El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, reaccionó a las declaraciones del canciller alemán, Olaf Scholz, sobre irregularidades en la emisión de visados por parte de Varsovia.
«Quiero decirle que no interfiera en los asuntos polacos. En segundo lugar, quiero decirle que o bien ha sido mal informado por su gente, Olaf, o bien está tocando inconscientemente […] en la orquesta de la Plataforma Cívica que está inflando este globo artificial», afirmó Morawiecki, refiriéndose al partido de oposición liderado por Donald Tusk, reporta Polsat News.
Un día antes, el ministro polaco de Exteriores, Zbigniew Rau, acusó a Berlín de «intento de interferir en los asuntos internos del Estado polaco y en la campaña electoral en curso en Polonia», e instó a Scholz a «respetar la soberanía del país y abstenerse de hacer declaraciones que perjudiquen las relaciones mutuas».
Esas palabras siguen a una petición de Scholz para que las autoridades polacas aclararen el escándalo de expedición ilegal de cerca de 350.000 visados de trabajo a cambio de dinero en ese país. El canciller también amenazó a Varsovia diciendo que si la situación no cambia, Alemania podría «tomar medidas adicionales» en la frontera con Polonia.
Los partidos de la oposición polaca acusaron al Gobierno de formar parte del esquema ilícito, y este, a su vez, sostuvo que tales acusaciones son un intento de influir en las elecciones parlamentarias previstas para el 15 de octubre.
Mientras tanto, la Comisión Europea ha puesto el 3 de octubre próximo como fecha límite para que Varsovia responda una lista de preguntas sobre lo que califica de «fraude y corrupción en el sistema polaco de visados».