«Hay dos grandes transformaciones en curso», afirmó Lula, antes de precisar que ninguna de ellas pueden ser modelada «por un puñado de economías ricas». La primera es «la revolución digital» y la segunda «la transición energética», detalló el mandatario. «Nuestros países deben estar en condiciones de responder a estos cambios», aseveró.
«Debemos forjar una visión común que tenga en cuenta las preocupaciones de los países de renta baja y media y de otros grupos más vulnerables. Es estratégico que el G77 haya dedicado, por primera vez, una cumbre al tema de la ciencia, la tecnología y la innovación», destacó.
Según recalcó Lula, el G77 «representa el 79 % de la población mundial y el 49 % del PIB mundial en paridad de poder adquisitivo», y «ha desempeñado un papel decisivo en la denuncia de las anomalías del comercio mundial y en la defensa de la construcción de un nuevo orden económico internacional».
Entre otras cosas, el mandatario subrayó que Cuba es «fiel defensora de una sociedad más justa», pese a lo que «es víctima de un embargo económico ilegal». «Rechazamos la inclusión de Cuba en la lista de Estados patrocinadores de terrorismo», aseveró