El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, mediante metáforas de baile marcan posturas sobre la guerra en Ucrania.
Todo empezó cuando Blinken planteó recientemente en relación con unas hipotéticas negociaciones de paz para el conflicto ruso-ucraniano que “hacen falta dos para bailar un tango”.
En reacción, Putin dijo que Estados Unidos es el que “no sabe cómo bailar un tango”, ya que “intenta resolver todos los problemas desde una posición de fuerza”, en forma de sanciones o con amenazas militares.
“Intentan enseñar los pasos a otros pese a que ellos mismos no se los saben y no quieren aprenderlos”, aseguró, según publicó el viernes la agencia de noticias TASS.
El presidente ruso también recomendó a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, “no bailar al ritmo de otros”, al parecer refiriéndose a no permitir que países occidentales se aprovechen de Kiev para sacar rédito político del conflicto.
“El tango, por supuesto, es hermoso, pero creo que para Ucrania es importante no olvidar el hopak (una danza tradicional ucraniana) Esto es importante, de lo contrario siempre bailarán con alguien, con música ajena. Y, por cierto, todos de una forma u otra tendrán que bailar el Barinya o, en el mejor de los casos, el Kasachok”, dos danzas tradicionales rusas.
Rusia comenzó su operación militar en el territorio ucraniano el 24 de febrero de 2022, con el objetivo de “desmilitarizar” y “desnazificar” Ucrania y evitar que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), encabezada por EE.UU., convierta a su vecino occidental en una base antirrusa.
En este contexto, Occidente ha entregado millones de dólares en equipos militares a Ucrania para que se imponga ante Rusia, pero los resultados no son los esperados, por lo que la probabilidad de que en algún momento los países occidentales se cansen y dejen de ayudar a Ucrania no parece lejana.