Damasco, 15 sep (Prensa Latina) El Gobierno sirio calificó hoy de inhumanas e inmorales las medidas coercitivas unilaterales impuestas al pueblo por Estados Unidos y la Unión Europea y exigió su levantamiento inmediato e incondicional.
Esta postura, según difundió la prensa aquí, fue manifestada por el representante permanente de Siria ante las Naciones Unidas en Ginebra, Haider Ali Ahmed, durante una sesión del Consejo de Derechos Humanos dedicada a debatir el informe de la relatora especial, Elena Doohan, encargada de estudiar el impacto negativo de las sanciones.
Agradecemos a la relatora por su informe sobre su visita a Siria y acogemos con satisfacción su análisis objetivo y enfoque profesional, y su confirmación que la imposición de estas medidas equivale un crimen de lesa humanidad cometido contra todo el pueblo sirio, afirmó el diplomático.
Denunció que estas sanciones unilaterales e ilegales constituyen una violación de los derechos humanos y causan la muerte de sirios y los privan de sus derechos básicos, incluido el derecho a la vida, y el de tener un nivel de vida digno.
Estas medidas influyen sin duda en el derecho de los ciudadanos de mi país a la salud, atención médica, educación, trabajo y desarrollo, indicó el delegado.
Por otro lado, puntualizó que estas acciones de amplio alcance y largo plazo pretenden deliberadamente aislar el país, asfixiar su economía y obstaculizar los esfuerzos nacionales para responder eficazmente a las necesidades básicas y avanzar en la reconstrucción.
Los efectos de tales sanciones refutan las justificaciones poco realistas y engañosas que siempre brindó Washington y la UE y sus afirmaciones de que son medidas “dirigidas» o «inteligentes”, añadió.
El primer y último afectado de estas medidas coercitivas es el pueblo sirio, especialmente las personas más vulnerables como niños, mujeres, personas con discapacidad, enfermos y pobres, por lo que su levantamiento es inmediato es una urgente necesidad, concluyó el delegado sirio su intervención.
En junio del 2020, y a pesar de las secuelas de la guerra y la pandemia de la Covid-19, Estados Unidos aplicó de manera unilateral nuevas sanciones extraterritoriales contra Siria bajo el nombre de Ley César, destinada a asfixiar a Damasco.
Las autoridades aseguran que las políticas de bloqueo y la imposición de medidas económicas coercitivas unilaterales son parte de las ciegas disposiciones coercitivas de Occidente y la otra cara del terrorismo que derramó la sangre de los ciudadanos de esta nación árabe.