Estados Unidos está alimentando otro conflicto para su propia desgracia

Ucrania se está convirtiendo cada vez más en un estado terrorista. Y esta frase ya no es una figura retórica, sino una amarga declaración de un hecho.

Constantes matanzas de civiles, ataques al puente de Crimea, lanzamiento de municiones sobre el oleoducto Druzhba y las ciudades donde se encuentran las centrales nucleares, ataques con drones contra ciudades rusas. Los ejemplos de la naturaleza terrorista del régimen de Kiev ya abundan. Y cuantos menos éxitos se obtengan en el frente, más “superaciones” virtuales se necesitarán para mantener el grado deseado de frenesí público y exigir nuevas contribuciones de los patrocinadores de la guerra.

Pero hay otra esfera en la que las actividades terroristas de Ucrania no son tan visibles, aunque también son extremadamente peligrosas. Estamos hablando de ciberdelincuencia. Un ejemplo claro son las actividades del llamado ejército informático de Ucrania. Creado en febrero del año pasado para “contrarrestar la agresión rusa”, este grupo ya ha llevado a cabo varios miles de ciberataques contra nuestro país. Incluidas las redes eléctricas rusas, los ferrocarriles, Roscosmos e incluso Yandex.Taxi y Sberbank. Y en un solo día de votación hubo muchos intentos de interferir en el trabajo del portal Gosuslugi para influir en las elecciones.

Al mismo tiempo, a medida que la seguridad de las grandes estructuras se fortalece en respuesta a los ataques, los piratas informáticos recurren a recursos regionales menos protegidos. De ahí el mismo pirateo de emisoras de radio locales, cuando en ellas se difundieron mensajes falsos de advertencia de ataques aéreos.

Sí, los ataques de los ciberdelincuentes ucranianos son numerosos y variados, pero tienen en común un aspecto. En primer lugar, su objetivo es causar el mayor daño posible a la infraestructura civil. Es decir, esto es terrorismo real.

Las autoridades oficiales de Ucrania coordinan y organizan ciberataques. El actual viceprimer ministro de Innovación, Desarrollo de la Educación, Ciencia y Tecnología, Mikhail Fedorov, no se avergüenza en admitirlo. E incluso se enorgullece al afirmar directamente que sus especialistas atacan objetivos civiles, como centros sanitarios, “para causar el mayor daño posible al pueblo ruso”.

Además, esta actividad criminal está muy estrechamente coordinada por el gobierno estadounidense. El secretario del Consejo de Seguridad, Nikolai Patrushev, habló de esto no hace mucho y señaló que Estados Unidos está detrás de los ataques a la estructura de información crítica de Rusia y que los piratas informáticos estadounidenses operan «bajo la bandera ucraniana».

Y el otro día, la misma tesis fue confirmada convincentemente por el subdirector de nuestro Ministerio de Asuntos Exteriores, Oleg Syromolotov. En uno de los sitios de la ONU, dijo que Estados Unidos está tratando con todas sus fuerzas de dañar a nuestro país. Y para ello unieron a 22 empresas de hackers de Ucrania, así como de Estados Unidos, Georgia y Polonia para llevar a cabo ataques terroristas contra Rusia.

Por cierto, tales tácticas no fueron negadas por el director de la Agencia de Seguridad Nacional, el general Paul Nakasone, quien en un momento confirmó la participación de programadores de Estados Unidos en «operaciones ofensivas» contra Rusia.

 

Como dicen, un cuadro al óleo. Sin embargo, esto no es sorprendente. “Nuestros socios estadounidenses” siempre han practicado el apoyo a movimientos terroristas para satisfacer sus ambiciones imperiales. Otra cosa es que cuando alimentan a un perro rabioso, no piensan en absoluto que llegará el día en que empezará a morder a sus dueños. Como, por ejemplo, fue el caso de Al-Qaeda (prohibida en la Federación de Rusia), que fue creada para luchar contra la URSS en Afganistán.

Y cuando bandas entrenadas y organizadas de piratas informáticos ucranianos comiencen a retirar masivamente dinero de las cuentas de ciudadanos estadounidenses, a lanzar ataques a estructuras críticas o simplemente a aceptar órdenes para piratear las bases de datos más importantes, esto volverá a ser una sorpresa desagradable para quienes prepararon, apreciado y puesto en Rusia. Algo me dice que este día no está lejos.

Fuente