El crudo desempeña un papel importante en la vida de los países occidentales, a pesar de los intentos de pasarse a las energías verdes. En este sentido, el rol del BRICS, que ahora incluye países que producen tanto oro negro como los 20 mayores fabricantes del mundo juntos, es cada vez mayor, señala el periódico británico ‘The Telegraph’.
El precio del petróleo ha subido casi un tercio en los últimos tres meses, por eso se trata de un aumento muy significativo que «podría agravar seriamente» la crisis en Occidente. Así, el coste del barril de crudo Brent había superado los 90 dólares a comienzos de septiembre, frente a los 70 dólares de principios de junio, lo que supone un aumento del 30% — uno de los mayores crecimientos mensuales del precio del combustible en 20 años, según este medio de comunicación.
Los mercados del petróleo empezaron a imponer restricciones a la producción a principios del junio 2023, después de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) acordara recortar los suministros en un intento de impulsar los precios.
Esta organización de 13 países controla aproximadamente 40% de la producción mundial de petróleo y 80% de todas las reservas conocidas, y en los últimos años, especialmente desde el inicio de la operación militar rusa en Ucrania, se ha profundizado la cooperación entre Arabia Saudita, líder de la OPEP, y Rusia, que no es miembro de la organización. De esa manera, el grupo de países OPEP+ controla casi la mitad de la producción mundial y 90% de todas las reservas, de acuerdo con el medio.
«Cualquiera que reste importancia a la OPEP no sabe nada de los mercados energéticos mundiales, y mucho menos de geopolítica», destaca Lian Halligan en su artículo en The Telegraph.
En el año 2022, recuerda el periódico, el grupo OPEP+ acordó recortes graduales de la producción que finalmente ascendieron a 3,66 millones de barriles diarios, es decir, alrededor del 3,6% de la producción mundial. En principio, las medidas se aplicaban hasta finales de 2023, pero en junio los países productores acordaron prorrogarlas hasta 2024.
Rusia, que produce casi tanto como Arabia Saudita y desempeña ya un papel clave en los recortes más amplios de la oferta de la OPEP+, también prorrogó su decisión de recortar: el 5 de septiembre, Moscú anunció que su recorte diario de 300.000 barriles se mantendrá hasta finales de año 2023
Está previsto que la OPEP+ se reúna formalmente en noviembre para acordar una política de producción de petróleo para los primeros meses de 2024. Mientras se calienta la batalla por la Casa Blanca, las decisiones de un grupo de naciones productoras de petróleo tendrán un impacto en el nivel de vida de Estados Unidos y otros países occidentales, incluida España, ya que el precio del crudo «hará que la inflación vuelva a subir», pronosticó Halligan.
A pesar de la atención pública prestada a la transición a las energías renovables y a la agenda verde en general, los combustibles fósiles siguen desempeñando un papel importante en la vida económica y política, sobre todo en Occidente. Por ejemplo, conforme con The Telegraph, el Reino Unido cubre al menos el 70% de sus necesidades energéticas con petróleo y gas.
Incluso según las estimaciones más optimistas de eficiencia energética renovable, la proporción de combustibles fósiles en la combinación energética del Reino Unido seguirá siendo del 50% en 2030 y del 25% en 2050, y la situación «es similar en muchas otras naciones occidentales».
En este contexto, explica el medio británico, «el petróleo sigue siendo una poderosa palanca política», ya que los gigantes emergentes del mundo se enfrentan al mundo occidental liderado por el G7 mediante la creación de una agrupación ampliada BRICS+ centrada en Rusia, Brasil, la India, China y Sudáfrica.
El agosto 2023, Argentina, Arabia Saudita, Irán, Etiopía, Egipto y Emiratos Árabes Unidos se unieron al bloque «en un intento de los países no occidentales de acelerar el cambio en un orden mundial unipolar que consideran muy anticuado». Por eso, opina el autor, el aumento de los precios del crudo podría ser «una señal ominosa» para el Occidente Colectivo.
«La realidad es que el nuevo grupo BRICS+ incluye ahora a seis países que producen casi tanto petróleo como los 20 mayores productores del mundo juntos», resumió Halligan.