Manifestación de racismo y nacionalismo agresivo». Así tachó la portavoz de la Cancillería de Rusia, María Zajárova, la exclusión de periodistas rusos a la rueda de prensa del presidente francés, Emmanuel Macron, en el G20. En sus palabras, Francia vuelve a dar un ejemplo de discriminación racial y de violación de los principios democráticos.
«Esta política, impregnada de falsedad, arrogancia y complejo de exclusividad, acabará jugando en contra de sus autores. También consideramos lo ocurrido como una manifestación flagrante de racismo y nacionalismo agresivo, ya que el incidente se basa en un acto de discriminación por motivos de nacionalidad», declaró María Zajárova en su canal de Telegram.
Subrayó que Rusia no ignoraría el hecho de que las democracias occidentales vuelven a dar un ejemplo de discriminación racial y de violación de los principios democráticos. París, además de abrir una caza de brujas en su espacio informativo y exterminar a las emisoras rusas en su ámbito público, exporta ahora su desprecio por el pluralismo de opinión y los derechos de los medios de comunicación fuera del ámbito del Occidente colectivo, añadió.
«Exigimos una disculpa del Palacio del Elíseo a los representantes de los medios de comunicación», escribió.
Este 10 de septiembre, a los corresponsales de Sputnik y a la periodista rusa Ekaterina Nadólskaya no se les permitió asistir a la rueda de prensa del presidente francés, Emmanuel Macron, en Nueva Delhi al término de la Cumbre del G20.