Afirmó que la lucha de ambos países contribuye al nacimiento de un mundo con cooperación e integración, sin imperialismos ni hegemonismos.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, manifestó que Venezuela y China son países comprometidos con la paz, el desarrollo y la cooperación, entre los cuales se ha establecido un modelo de relación que contribuirá a la construcción de un mundo sin hegemonismos.
En entrevista concedida a la agencia de noticias Xinhua, el jefe de Estado aseveró que ambas naciones y pueblos comparten «un destino común en el mundo que está por venir» y sostienen «una relación modélica (…) de lo que debe ser la relación entre una superpotencia como China, la gran superpotencia del siglo XXI y un país emergente, heroico, revolucionario y socialista como Venezuela».
Dijo que entre Caracas y Beijing se han tejido «relaciones de íntima confianza mutua, de hermandad verdadera, de cooperación para el desarrollo compartido».
A su juicio, la humanidad se encamina a una oportunidad histórica, con la posibilidad de que surja un mundo multipolar sin países hegemónicos.
Destacó que la posibilidad de un horizonte sin imperialismos ni colonialismos es resultado de la lucha tenaz de los pueblos y de la existencia de un grupo de naciones emergentes y soberanas. Apreció que dicho proceso ha contribuido «a que la humanidad se reencuentre, que construya su derecho a la felicidad social, a la igualdad, a la libertad, a la democracia, y China va a la vanguardia de la construcción de ese nuevo mundo».
El líder bolivariano ponderó la contribución de China a un mundo más justo y aseguró que ese país «ha inaugurado una nueva era del surgimiento de superpotencias no-colonialistas, no-imperialistas, no-hegemónicas».
Añadió que esa nación señala «el camino del desarrollo económico, del desarrollo tecnológico, de la estabilidad social, de la independencia ganada, construida y fortalecida».
Al respecto, valoró que la iniciativa impulsada por el presidente Xi Jinping con el proyecto de la Franja y la Ruta estimulará la integración y el respeto a la diversidad, y obsequiará a la humanidad una comunidad de destino compartido, «uniendo a los pueblos en todos los aspectos, de la economía, del comercio, de la cultura y va echando las bases para dejar atrás el viejo mundo de los colonialismos y de los imperialismos».
Recordó la contribución que a nivel global realizó China para que la humanidad enfrentase la Covid-19 y, en particular, cómo proveyó vacunas y otros insumos médicos a más de 160 países del mundo.
En este punto, agradeció el respaldo de China a la lucha de Venezuela contra las más de 950 medidas restrictivas unilaterales e ilegales impuesta por Estados Unidos y otras potencias occidentales.
Afirmó que, pese a la guerra económica y otras conspiraciones imperialistas, Venezuela «ha resistido y ha demostrado que está en capacidad de recuperarse de toda esta embestida».
Hemos ido saliendo adelante en la construcción de un nuevo modelo económico basado en la diversificación productiva, en el diálogo nacional, en la paz y estabilidad, y en la recuperación del estado de bienestar.
Manifestó que este año y el próximo consolidarán los resultados económicos y productivos de Venezuela, con lo cual se atenderá mejor al pueblo, a las familias y comunidades, a la construcción de viviendas, la educación, la salud y el derecho a la alimentación, entre otros derechos fundamentales.
Ratificó el interés de Caracas por incorporarse al grupo Brics, del que expresó que se va fortaleciendo «como el gran motor para la aceleración del proceso del nacimiento de un mundo nuevo, de un mundo de cooperación, donde el Sur Global tenga la voz primordial».
Reconoció el aporte de dicha plataforma para acelerar la desdolarización y el surgimiento de un nuevo sistema financiero internacional y un nuevo orden económico justo.