Los gobiernos de México y Colombia acordaron combatir el tráfico y el consumo de drogas desde las causas y dejar atrás las medidas coercitivas y el paradigma de la «guerra contra las drogas» impulsado desde Estados Unidos.
“Lo que yo propongo es tener una voz diferente y unificada que defienda a nuestras sociedades, nuestro futuro y nuestra historia, y dejar de repetir un discurso fallido que ya fracasó», declaró, en tanto, el presidente colombiano, Gustavo Petro.
Los latinoamericanos debemos elevar nuestra voz “sin vergüenza, porque no tenemos nada que ocultar, porque los que han cometido los errores no somos nosotros realmente. Los que hemos puesto la sangre somos nosotros. Los que hemos puesto el dolor somos nosotros. A los que nos han destruido la belleza somos nosotros», sostuvo.
«Cada dólar que se invierte en recortar la demanda ayuda a la familia a que no se produzca la adicción. Cada dólar que vaya al hospital público, al médico, a la salud mental, a psicólogos, a psicólogas, a los jardines infantiles, a crear amor, ayuda a reducir la demanda por drogas».
Pero cada dólar que se dedica a recortar la oferta hace crecer el precio, explicó el presidente Petro. «Si crece el precio, los narcotraficantes tienen más dinero para comprar fusiles, para comprar vehículos blindados, para comprar misiles, para comprar políticos, para comprar senadores, para comprar generales, para comprar jueces, para comprar presidentes».
Ayudar en todo lo que podamos. Desde luego, hacerlo con respeto a nuestras soberanías y también buscando que se procure atender ese problema de fondo. Porque no es eliminar el fentanilo; si hay consumo, es que algo anda mal en esa sociedad», dijo el presidente mexicano.