Kiev recalca que «violan gravemente» su soberanía e integridad territorial y pide que no se reconozca a las «autoridades» surgidas de las urnas
El Gobierno de Ucrania ha denunciado este viernes que las elecciones locales que tienen lugar en las zonas ocupadas de las cuatro provincias ucranianas anexionadas en septiembre por Rusia «violan la soberanía y la integridad territorial» del país y han subrayado que «son inservibles» y «no tendrán consecuencias legales».
La votación ha arrancado este viernes en las zonas ocupadas de las provincias de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, así como en la península de Crimea —anexionada en 2014— y el resto del territorio ruso.
«Las acciones de Rusia violan gravemente la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, las leyes ucranianas y las normas del Derecho Internacional, en particular la Carta de Naciones Unidas», ha dicho el Ministerio de Exteriores ucraniano.
«Las pseudoelecciones de Rusia en los territorios temporalmente ocupado son inservibles. No tendrán consecuencias legales ni llevarán a un cambio del estatus de los territorios ucranianos capturados por el Ejército ruso», ha señalado, al tiempo que ha incidido en que «al organizar unas falsas elecciones en las regiones ucranianas y en Crimea, el Kremlin sigue deslegitimando el sistema legal ruso».
Así, ha pedido a la comunidad internacional que «condene las acciones inútiles y arbitrarias de Rusia» y que «no reconozca la legitimidad de ninguna ‘administración’ creada a raíz de estas elecciones ilegales, así como cualquier decisión adoptada por ellas».
«Las personas implicadas en estas pseudoelecciones, incluida la cúpula rusa, los representantes de las administraciones de ocupación y las estructuras electorales, deben ser llevadas ante la justicia. Trabajaremos para la imposición de nuevas sanciones internacionales contra ellas», ha remachado el Ministerio de Exteriores en un comunicado publicado en su página web.
Blinken considera que las elecciones en zonas ocupadas de Ucrania son un «ejercicio de propaganda»
Por su parte, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) ha condenado la decisión de Rusia de celebrar estas elecciones y ha recalcado que cualquier votación en el interior de las fronteras internacionalmente reconocidas de Ucrania debe ser celebrada en línea con la legislación ucraniana y los estándares internacionales.
En este sentido, ha manifestado que estos comicios «violan la integridad territorial y la soberanía de Ucrania» y ha hecho hincapié en que los resultados de los mismos «no tendrán validez bajo el Derecho Internacional».
Horas antes, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, había afirmado que las elecciones son un «ejercicio de propaganda» ya añadió que Washington «nunca reconocerá los reclamos» rusos sobre «ningún territorio soberano de Ucrania». «Recordamos a cualquier persona que pueda apoyar las falsas elecciones de Rusia en Ucrania, incluso actuando como los llamados ‘observadores internacionales’, que pueden estar sujetos a sanciones», dijo.
En respuesta, la Embajada rusa en Washington alegó que las palabras de Blinken suponen una injerencia en los asuntos internos de Rusia. «Las autoridades estadounidenses no abandonan la antigua costumbre de inmiscuirse en los asuntos internos de otros países. Se consideran autorizados a formular recomendaciones y advertencias sobre la realización de campañas electorales en el extranjero», manifestó.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, proclamó a finales de septiembre de 2022 la anexión a la Federación Rusa de las cuatro regiones ucranianas de, lo que implica situar bajo su supuesta soberanía territorios que han sido ocupados militarmente. «Serán ciudadanos rusos para siempre», destacó, en medio de las denuncias de Kiev y la inmensa mayoría de la comunidad internacional.