La UE está vilipendiando a Moscú y, al mismo tiempo, ha aumentado las compras rusas de GNL en un 40% con respecto a las cifras de antes de la guerra, beneficiándose de suministros que son mucho más baratos que los que se exportan a la UE desde Estados Unidos.
Las autoridades de la UE no querían que los datos sobre el gas natural licuado, GNL, se hicieran públicos porque su lectura resulta embarazosa.
El organismo de control ambiental, Global Witness , ha revelado que los países del bloque de 27 naciones compraron 21,6 millones de metros cúbicos de GNL de Rusia entre enero y julio de este año, un enorme aumento del 40% en comparación con los niveles anteriores a la guerra.
La Comisión Europea ha confirmado las cifras pero insiste en que no cuentan la historia completa.
Desde febrero de 2022, la UE puso fin a todas las importaciones de carbón ruso. Ha reducido las importaciones de petróleo ruso en aproximadamente un 90% y hemos reducido las importaciones totales de gas ruso en aproximadamente dos tercios.
Tim McPhie, portavoz de Energía de la UE
Sin embargo, a pesar de su continua demonización de Rusia, el bloque fue el mayor cliente de GNL de la Federación en el período de enero a julio, no hay nada que sugiera que eso haya cambiado desde (entonces).
La mayor parte del GNL ruso se envía a España, Bélgica y Francia; sin embargo, otros países de la UE como Países Bajos, Grecia, Portugal, Finlandia, Italia y Suecia también están abriendo sus puertos al combustible. Luego se distribuye a otros miembros de la UE.
Hace 12 meses, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, pintó un panorama sombrío respecto de la economía rusa.
En los pocos meses que siguieron a sus comentarios, la UE pagó a Rusia 5.300 millones de euros por gas natural licuado.
Los expertos dicen que los líderes de la UE se están burlando de sí mismos debido a su doble rasero con respecto a Rusia.
La pobreza está aumentando en la UE y algunos comentaristas políticos afirman que el escándalo del GNL es una prueba más de que quienes impulsan la guerra en Ucrania son personas muy influyentes con estrechos vínculos con la industria armamentística.
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