Durante el sitio de Leningrado murieron cerca de 1.2 millones de personas, el 90 por ciento de ellas como consecuencia del hambre y los bombardeos nazis.
El sitio de Leningrado, actual ciudad de San Petersburgo, durante la II Guerra Mundial fue un bloqueo militar establecido por las tropas de la Alemania nazi a esa urbe, convirtiéndose en una de las páginas más trágicas de la historia de ese país, pues costó la vida de 1.2 millones de personas.
Dicho cerco, cuya duración total fue de 872 días, inició el 8 de septiembre de 1941, y culminó el 27 de enero de 1944 con la retirada de las fuerzas hitlerianas tras la operación soviética de Leningrado-Nóvgorod; luego de que el 90 por ciento de las víctimas mortales fuera como consecuencia del hambre padecida.
A continuación, les brindaremos detalles de cómo se produjo la resistencia soviética al intento de Hitler de borrar una urbe considerada entonces cuna de la revolución, símbolo de la cultura rusa; y enclave de la fábrica Kirov, única productora en aquel entonces de tanques pesados, coches y trenes blindados del mundo.
Más de 2.5 millones de personas, entre ellas 400.000 niños, quedaron aislados en la ciudad asediada, la cual además era blanco de bombardeos masivos nazis en varios momentos del día; el primero de ellos ocasionó cerca de 200 incendios, quemándose en esa primera ofensiva los almacenes de alimentos de la ciudad.
Así se fueron arreciando los ataques y el cerco del ejército alemán, que rodeó la ciudad, forzando a Lósif Stalin y al comandante Gueorgui Zhúkov a organizar una defensa en la cual los ancianos, mujeres y niños elevaron fortificaciones, produjeron armamento y tecnología en las fábricas, y cosieron la ropa de los soldados.
Estos, con un esfuerzo supremo consiguieron defender la urbe de la ofensiva nazi, tras lo cual Hitler decidió reforzar el asedio a Leningrado e intentar dejar morir a la población por hambre y frío.
Esa situación derivó en que el mismo 12 de septiembre tras un recuento de todas las reservas de alimentos, estas sólo alcanzaban para un mes y medio. A lo que se sumó la imposibilidad de recibir reservas alimenticias por aire, mientras que el hielo del lago Ládoga era demasiado fino y no resistía el paso de los coches.
En el invierno de 1941-1942 comenzó a funcionar el llamado «Camino de la Vida», que cruzaba el lago Ládoga, y por el cual en unos meses consiguieron evacuarse cerca de 660.000 personas, en su mayoría niños debilitados por el hambre.
El año 1942 resultó extremadamente duro, como consecuencia del crudo invierno y la prolongación del sitio. No había desde otoño ni electricidad, ni calefacción y dejó de circular el transporte. Hacia la segunda mitad del mismo los suministros de pan se hicieron relativamente regulares, y las personas se abrazaban y lloraban de felicidad en las panaderías.
En enero de 1943 las fuerzas soviéticas rompieron el bloqueo nazi cuando en la ciudad quedaban solamente 800.000 personas, de casi tres millones que contaba a inicios de 1941. La liberación total de Leningrado tardaría un año más.
Al respecto, cuentan sobrevivientes que “la gente se hizo tan débil por el hambre que ya no ponía resistencia a la muerte. Morían como si fueran a dormir. Las personas semivivas que les rodeaban no les hacían caso.»
Por su parte, el filólogo ruso Dmitri Likhachov, sobreviviente con su familia expresó que “fue muy duro, dejaban a los que morían: las madres, padres, mujeres, niños; dejaban de alimentar a los que ya no tenía sentido alimentar; escogían entre sus niños a quién iban a salvar.
“Buscaban oro entre los fallecidos, escribían diarios y notas para que después alguien supiera cómo morían millones. Si eran terribles los bombardeos y ataques de la aviación alemana, ¿a quién podían asustar? Solamente el que muere de hambre puede hacer una gran infamia o un gran sacrificio de sí mismo, sin temer a la muerte», sentenció.