Se acabaron las décadas de prosperidad de Alemania : El País


La falta de adaptación a los cambios geopolíticos y la falta de inversión han llevado a la nación al declive, informa el periódico

Las décadas de prosperidad de Alemania, que la impulsaron a convertirse en una de las economías más grandes del mundo, están llegando a su fin, afirmó el diario español El País a principios de esta semana, citando a analistas.

Según cifras publicadas por el Fondo Monetario Internacional en julio, se prevé que Alemania será la única economía importante que no crecerá este año, y se espera que su PIB disminuya un 0,3%.

El modelo alemán depende de la competitividad de costos, el liderazgo tecnológico en la industria y la estabilidad geopolítica, y “todo eso ha desaparecido”, según el periodista Wolfgang Munchau, citado por el periódico.

«Lo que ha surgido ahora es una crisis de precios de la energía, nuevas divisiones geopolíticas y shocks tecnológicos que plantean preguntas existenciales sobre el futuro del modelo», dijo Munchau, añadiendo que el mundo en torno a Alemania ha cambiado completamente.

Desde principios de la década de 2000, el país ha disfrutado de un fuerte crecimiento continuo impulsado por altas tasas de empleo y la demanda extranjera de economías de rápido crecimiento como China. El sector manufacturero de Alemania, el pilar de la economía, ha estado floreciendo desde 2003, impulsado por la energía barata de Rusia y la mano de obra barata de Europa del Este.

Se espera que Alemania siga dependiendo de un nivel masivo de exportaciones e importaciones, «pero las industrias que tuvieron éxito en las últimas dos décadas, es decir, la química y la automoción, no desempeñarán el mismo papel en el futuro», dijo Clemens Fuest, director. del Instituto Leibniz de Investigaciones Económicas (IFO), dijo a El País.

Según Carsten Brzeski, director de ING para Alemania y la eurozona, China (aunque sigue importando productos alemanes) también se ha convertido en un fuerte rival.

El experto añadió que los desafíos relacionados con la pandemia junto con las tensiones geopolíticas han cambiado el mundo, pero que Alemania tampoco ha logrado invertir e implementar nuevas reformas a tiempo.

Además, señaló Fuest, las inversiones públicas y privadas se ven obstaculizadas por procedimientos de planificación demasiado complejos, regulaciones restrictivas y burocracia que el gobierno debería simplificar.

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