Las afirmaciones de la Casa Blanca de que los proyectiles de uranio empobrecido transferidos a Kiev no suponen una amenaza radiactiva son «mentiras o tonterías», criticó la postura oficial estadounidense la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajárova.
Esta reacción se produjo después de que el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, declarara que las municiones de uranio empobrecido entregadas a Ucrania no representaban un peligro de radiación.
«¿Qué es: mentiras o tonterías? Sobre la toxicidad del uranio empobrecido, su especial peligro para el cuerpo humano en forma de polvo radiactivo y el efecto de la contaminación del suelo con radionucleidos se ha escrito muchas veces, incluso en un artículo independiente», escribió Zajárova en su canal de Telegram.
Recordó que en los lugares donde se han utilizado tales armas aumentaron los casos de cáncer, y los soldados de la OTAN —militares italianos durante la agresión de la OTAN contra Yugoslavia— lo demostraron en sí mismos. Añadió que años después el Parlamento italiano publicó un informe con la investigación.
«De las 7.500 personas expuestas a sustancias tóxicas y radiaciones, 372 murieron [5% de letalidad: una de cada 20]. Además, murieron a causa de agudas patologías oncológicas: disfunción renal, cáncer de pulmón, cáncer de huesos, cáncer de esófago, desarrollo degenerativo de la piel, linfoma de Hodgkin, leucemia», subrayó la portavoz.
Los afectados por el armamento de uranio empobrecido, señaló Zajárova, fueron también los serbios en la época de la guerra de Yugoslavia. De acuerdo con el Ministerio de Sanidad serbio, en las regiones bombardeadas por la OTAN aumentan enfermedades como las oncológicas, la infertilidad en los hombres, las enfermedades autoinmunes, las complicaciones patológicas del embarazo y los trastornos mentales en los niños.
El 1 de septiembre, la agencia británica Reuters informó que Washington enviará proyectiles de uranio empobrecido como parte de un nuevo paquete de ayuda a Ucrania por un valor de entre 240 y 375 millones de dólares.
Rusia ha advertido en repetidas ocasiones sobre la entrega de este tipo de municiones a Kiev, debido a los riesgos que el uranio empobrecido podría suponer para la población civil.
El uranio empobrecido es menos peligroso que el mercurio o el arsénico, pero durante la explosión se produce óxido de uranio que contamina el ambiente y provoca enfermedades graves en las personas.