El déficit presupuestario estadounidense subirá significativamente, por lo que las recientes afirmaciones del presidente del país, Joe Biden, de que su ‘Bidenomics’ «está funcionando» no se sostienen, declaró a Sputnik el profesor Rodney Shakespeare, renombrado economista, comentarista político y autor.
De acuerdo con las fuentes locales, se espera que el déficit federal de Estados Unidos se dispare a cerca de dos billones de dólares para el año fiscal 2023, que termina el 30 de septiembre, casi el doble en comparación con lo que fue el año 2022.
El Comité para un Presupuesto Federal Responsable señaló que el incremento previsto se produciría en un escenario de tipos de interés más altos y menores ingresos fiscales.
En opinión de Shakespeare, existen «problemas fundamentales» de la economía estadounidense, entre los que se incluyen «una propiedad restringida del capital y el profundo control que un sistema bancario corrupto ejerce sobre la economía y la sociedad».
«Además, está el enorme gasto destinado a financiar la agresión estadounidense y la dominación neocolonial en todo el mundo, más los miles de millones de dólares que ahora se invierten sin cesar en Ucrania y en la expansión de la OTAN hacia el este», subrayó el experto.
El profesor advirtió de que el enorme déficit previsto de dos billones de dólares tendrá «muchas consecuencias desagradables», entre ellas: el colapso de la infraestructura civil, como puentes y suministro de agua; restricción de los programas de bienestar y sanidad; más inflación; tipos de interés elevados para los estadounidenses de a pie (ya que el Gobierno intenta, pero no consigue, contener la inflación), y un déficit presupuestario aún mayor en el futuro.
Por otra parte, comentando las recientes afirmaciones del presidente de EEUU, de que la llamada Bidenomics «está funcionando», el experto destacó que el «plan» de Biden es nada más que impulsar la financiarización —una coyuntura cuando mercados financieros tienden a dominar sobre la economía real— y los intereses del complejo militar-industrial y de los multimillonarios.
En opinión del analista, esas políticas se deben a que tanto la industria militar como los multimillonarios aportan enormes sumas de dinero a los partidos Demócrata y Republicano y «a los bolsillos de los políticos estadounidenses», mientras que tiene muy poco que ver con la producción industrial.
Por último, el economista subrayó que «los altos niveles de apoyo al expresidente estadounidense Donald Trump (…) son en realidad actos de desesperación política por parte de una población desilusionada que ha sido traicionada por los demócratas», refutando así las alegaciones de Biden sobre la eficacia de su curso económico.