El bloguero prorruso Mika Badalián y el columnista de la radio Sputnik Armenia Ashot Gevorkián fueron detenidos en la ciudad armenia de Goris y se encuentran ahora en el Comité de Investigación de la República de Armenia.
Los procedimientos de investigación están en curso, pero aún no se ha informado del motivo de la detención.
Gevorkián viajó a la provincia armenia de Syunik con el fin de preparar material radiofónico para su proyecto Nosotros sobre la vida en las regiones fronterizas. Sus programas se destacan por su agudo juicio y valoraciones críticas de la realidad tras las hostilidades en Nagorno Karabaj en 2020.
En cuanto a Badalián, la información sobre su desaparición la anunció el jefe de la agencia rusa de cooperación humanitaria, Rossotrudnichestvo, Evgueni Primakov. Según él, el activista había sido detenido anteriormente en Armenia, y «los cargos contra él fueron interpretados por muchos como políticos«. Más tarde se dio a conocer que Badalián había sido liberado bajo fianza.
El 5 de septiembre, indicó Primakov, un día antes de la desaparición, Badalián participó en un programa progresista de Radio Sputnik, en el que «expresó con bastante dureza un punto de vista de la oposición y criticó al Gobierno armenio por la política antirrusa«.
En este sentido, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, escribió en su canal de Telegram que Occidente podría estar detrás de la situación.
«No descarto que se trate de otra provocación en relación con el foro mediático ruso-armenio en Ereván. Una provocación de los que sueñan con estropear las relaciones entre los dos países. Occidente invirtió mucho dinero en esto», apuntó.
Según la funcionaria, las fuerzas que tratan de obstaculizar las relaciones aliadas entre Moscú y Ereván se han intensificado recientemente.
«Me niego a aceptar que el Gobierno, que llegó bajo el lema ‘la libertad de expresión es un derecho absoluto de todos’, sancione la persecución de periodistas y bloquee la difusión de información», agregó.
También recordó que el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, declaró defender el derecho de expresión en la república.