En su opinión el Estado parece considerar que la ciudad, con un presupuesto anual de 8 mil millones de euros, “es lo suficientemente dinámica como para hacer frente a sus necesidades por sí sola, sin ayuda del erario público”, sin embargo “el único impuesto que queda en manos de las autoridades locales es el impuesto sobre bienes inmuebles», señaló.
Por ello Hidalgo propuso aumentar la «tasa turística», que genera «ingresos y rentas procedentes del turismo», asimilándose a ciudades como Berlín o Ámsterdam en las que “un porcentaje de las noches de hoteles de lujo va a las autoridades locales».
Al tiempo criticó el informe del Ministerio de Economía en el que se dice que la deuda de la capital se disparó un 200 por ciento en veinte años, asegurando que “París está bien gestionada y la deuda está bajo control”, mientras que el Estado se permite “dar lecciones a las autoridades locales” mientras eleva la deuda pública hasta 3 billones de euros, dijo.