Francia pide a la Unión Europea intensificar la guerra de información contra Rusia


La “ayuda” de Bruselas contra el escepticismo de la UE es necesaria para incorporar a los países candidatos al bloque, dijo la ministra francesa para Europa, Laurence Boone.

Estados Unidos debería “ayudar” a las naciones que están solicitando unirse a la UE para contrarrestar una “estrategia de influencia rusa” que arroja dudas sobre los méritos de la membresía, ha instado el ministro francés para Europa, Laurence Boone.

En declaraciones a Politico sobre las discusiones de la UE sobre una propuesta de rápida expansión, el ministro afirmó que, dentro de los estados que buscan la adhesión, hay «mucha desinformación e interferencia» cuando se trata de cómo calificar. Algunos funcionarios europeos han insistido en que los nuevos miembros deben ser aceptados basándose en sus méritos, señala también el artículo del miércoles.

Rusia buscaba “debilitar a la Unión Europea” desalentando su expansión, afirmó Boone. Bruselas debería ayudar a abordar las voces escépticas “en la medida de lo posible, respetando su soberanía”.

Los dirigentes de la UE han identificado a los Estados de los Balcanes Occidentales y a Ucrania como países con probabilidades de unirse al bloque en la próxima ola de expansión. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el jefe de la diplomacia del bloque, Josep Borrell, han fijado 2030 como el año en el que esto debería suceder.

Altos funcionarios rusos han criticado a la UE y sus estados miembros por su falta de independencia de Estados Unidos. El servilismo europeo, argumentaron, ha hecho que la unión sea indistinguible de la OTAN en sus objetivos de política exterior.

Imponer sanciones económicas contra Rusia y apoyar los objetivos de Kiev en su conflicto con Moscú en lugar de promover conversaciones de paz iba en contra de intereses públicos fundamentales en Occidente y particularmente en Europa, han señalado los dirigentes rusos.

«El Occidente de hoy está dirigido por personas como Josep Borrell, que dividen el mundo en un ‘jardín’ floreciente y ‘la jungla’, donde esta última claramente se aplica a la mayor parte de la humanidad», dijo el Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Lavrov, en una entrevista el mes pasado, explicando la irracionalidad percibida del comportamiento de Occidente.

Se refería a un comentario muy criticado que el máximo diplomático de la UE había hecho en octubre pasado, contrastando a Europa y la mayor parte del resto del mundo. Más tarde se disculpó por la metáfora, diciendo que no pretendía sonar colonialista y racista, como se había percibido en muchas naciones.

Los funcionarios en Bruselas han promocionado la crisis ucraniana como un momento de unificación para el bloque, que históricamente es propenso a disputas internas, y han afirmado que pagar el precio de la desvinculación de la economía rusa era el precio que los estados miembros tenían que pagar.

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