La Corte de Distrito de Columbia condenó al exlíder del grupo de ultraderecha Proud Boys, Enrique Tarrio, a 22 años de prisión por conspiración sediciosa al ayudar a orquestar el asalto al Capitolio de EEUU el 6 de enero de 2021, entre otros delitos. Este castigo se destaca como el más duro en el caso.
Los fiscales solicitaron una condena de 33 años, mientras que el equipo de la defensa pidió menos de 15 años de prisión. La sentencia final de 22 años es la más larga dictada hasta la fecha en relación con el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
Poco antes de que se dictara la sentencia, Tarrio, de 39 años, pidió clemencia, calificó los hechos del 6 de enero de «vergüenza nacional» y pidió disculpas a los policías que defendieron el Capitolio y a los legisladores que huyeron del edificio en ese momento.
«No soy un fanático de la política. Infligir daño o cambiar los resultados de las elecciones no era mi objetivo. Por favor, tengan piedad de mí. Les pido que no me quiten mis 40 años», afirmó.
El fiscal Conor Mulroe, por su parte, declaró que el líder de los Proud Boys tenía una «capacidad tóxica para controlar a los demás», «aumentó su propia fama y estatura, avivando la llama de la violencia política» y era el «líder de esta conspiración» que «tenía como objetivo todo nuestro sistema de gobierno».
Cabe mencionar que Tarrio no estuvo presente en el Capitolio de EEUU el 6 de enero de 2021, aunque supuestamente animó a los Proud Boys al haber escrito en sus redes sociales «Haced lo que hay que hacer». Sin embargo, fue acusado junto a otros miembros del grupo que se encontraban en Washington ese día. La semana pasada, varios de ellos recibieron condenas de entre 10 y 18 años de prisión por delitos relacionados con los sucesos mencionados.
La versión del gobierno se centra en cientos de mensajes intercambiados por los Proud Boys en los días previos al 6 de enero que, según los fiscales, mostraban cómo los participantes se veían a sí mismos como revolucionarios y celebraban el ataque al Capitolio.
Los abogados de Tarrio negaron que los Proud Boys tuvieran algún plan para atacar el Capitolio o detener la certificación de la victoria de Biden. Argumentaron que los fiscales utilizaron a Tarrio como «chivo expiatorio» del expresidente estadounidense Donald Trump, que habló en la manifestación frente a la Casa Blanca el 6 de enero e instó a sus seguidores a luchar «con fuego de un infierno».
La sentencia se dicta en un momento en el que el expresidente de EEUU, Donald Trump, se enfrenta a cargos penales relacionados con intentos de anular las elecciones presidenciales estadounidenses de 2020.