Una nueva composición de hormigón a base de cáscara de coco fue creada por científicos de la Universidad Estatal Técnica del Don. El proceso de producción es un 15% más barato que los análogos tradicionales, y el material se caracteriza por una mayor ligereza. Los resultados fueron publicados en la revista ‘Materials’.
Actualmente, la búsqueda de nuevas composiciones de mezclas que contengan residuos vegetales es relevante en el mundo. Uno de los tipos de estos desechos, comunes en muchas regiones del mundo, son los productos derivados del coco.
Así, los científicos presentaron una nueva composición de hormigón que contiene hasta un 10% de cáscara de coco en peso. Según los creadores, la resistencia y otras características de rendimiento del desarrollo son iguales o ligeramente superiores a las del hormigón ordinario, y su coste es un 15% inferior.
«Nuestro método nos permite resolver el problema de la utilización de este tipo de residuos, relevante para varias regiones, y sacar al mercado un nuevo material de construcción más ligero y barato que el hormigón tradicional», explicó Serguéi Stelmaj, jefe del Departamento de Construcción de Edificios y Estructuras Únicas de la Universidad Estatal Técnica del Don (DGTU, por sus siglas en ruso).
Los creadores señalaron que reducir el peso del hormigón es una gran ventaja para la construcción. De esa manera, podría ser más práctico utilizar este material más, por ejemplo, en condiciones de desarrollo urbano denso o en condiciones geológicas y de ingeniería difíciles. En sus palabras, la cáscara de coco es funcionalmente similar a la piedra triturada natural, ya que tiene una estructura rugosa y angular, y su superficie tiene un relieve aún mayor. Debido a ello, aumenta la calidad de la adherencia del árido y la matriz cemento-arena, lo que garantiza unas elevadas características del hormigón.
«Un aspecto importante de nuestra investigación es la descripción completa de las nuevas vinculaciones y nexos que se producen en la estructura del hormigón que contiene cáscara de coco», afirmó Stelmaj.
En el futuro, el equipo científico se propone continuar la búsqueda de componentes vegetales que sustituyan al cemento, la piedra triturada y la arena en el hormigón, así como el diseño de estructuras ecológicas y económicas sobre la base de nuevas texturas.
La DGTU participa en el programa Prioridad-2030 de apoyo estatal a las universidades de Rusia.