La Fuerza Aérea de la República Islámica de Irán (IRIAF) ha recibido un lote de avanzados aviones de entrenamiento de pilotos Yakovlev Yak-130 de fabricación rusa, que tienen las características de los aviones de combate de cuarta y quinta generación.
Las imágenes que circulaban en las redes sociales mostraban uno de los aviones de entrenamiento de ataque ligero estacionado en un hangar, con el logotipo de la IRIAF impreso en su fuselaje, informaron las agencias de noticias de Irán.
El Yakovlev Yak-130, desarrollado por el diseñador y fabricante de aviones ruso Yakovlev junto con la firma italiana Aermacchi, es un avión de entrenamiento y combate ligero subsónico biplaza.
El avión de entrenamiento entró en servicio con la Fuerza Aérea Rusa en 2010 y actualmente es empleado por las fuerzas aéreas de Argelia, Bangladesh, Bielorrusia, Laos y Myanmar.
El avión Yak-130 está equipado con nueve puntos de anclaje, lo que permite la fijación de varios tanques de combustible o municiones. Hay dos puntos fijos en las puntas de las alas, uno debajo del fuselaje y seis más debajo de las alas, lo que permite una capacidad de carga de combate total de alrededor de 3.000 kilogramos o alrededor de 6.600 libras.
Su velocidad aérea máxima está justo por debajo de Mach 1 y el techo de servicio informado es de 12.500 metros o aproximadamente 41.000 pies.
A principios de este año, el Ministro de Defensa iraní, el general de brigada Mohammad Reza Ashtiani, lanzó la línea de producción del avión de entrenamiento Yasin de fabricación local, al que también se le podría asignar la tarea de apoyo aéreo cercano (CAS).
La nueva versión del avión de entrenamiento Yasin que se presentó el 11 de marzo parece haber sido mucho más mejorada y desarrollada en términos tácticos en comparación con el primer prototipo presentado durante una ceremonia en la base aérea Shahid Noje en la provincia occidental iraní de Hamadan el 17 de octubre de 2019.
Se dice que el avión de entrenamiento iraní está equipado con un asiento eyectable, aviónica, motor y tren de aterrizaje de fabricación propia.
El radar meteorológico aerotransportado instalado en su radomo ha sido fabricado por empresas nacionales basadas en el conocimiento.
Según se informa, Yasin pesa 5,5 toneladas y es capaz de volar hasta 1.200 kilómetros.
El diseño de sus alas permite al avión aterrizar y despegar a una velocidad de al menos 200 kilómetros por hora.