El ex primer ministro italiano Giuliano Amato afirmó que Francia y sus aliados estadounidenses fueron probablemente responsables del misterioso accidente de un avión de pasajeros frente a Sicilia en junio de 1980, y que el incidente fue el resultado de un complot para asesinar al difunto líder libio Muammar. Gadafi.
.»La versión más creíble es la de la responsabilidad de la Fuerza Aérea francesa con la complicidad de los estadounidenses y de quienes participaron en la guerra aérea sobre nuestros cielos la tarde del 27 de junio», dijo Amato en una entrevista con el periódico italiano La Repubblica el Sábado, que relata el accidente del vuelo 870 de Itavia el 27 de junio de 1980, en el que murieron los 81 pasajeros y la tripulación a bordo.
«Se había lanzado un plan para atacar el avión en el que volaba Gadafi», dijo Amato, refiriéndose a los informes de un combate aéreo que tuvo lugar en la zona entre aviones franceses y libios el día en que se estrelló el avión de pasajeros italiano, y a los rumores de que Gadafi Estaba a bordo de uno de los aviones MiG de la Fuerza Aérea Libia.
El plan era «simular ejercicios de la OTAN con muchos aviones» durante los cuales se habría disparado un misil -que se hizo pasar por un accidente- contra el avión que transportaba a Gadafi, dijo Amato. Sin embargo, Gadafi recibió una advertencia del entonces primer ministro italiano Bettino Craxi, ex rival de Amato, y nunca abordó el avión, y el misil francés supuestamente destinado a él terminó impactando el avión de Itavia.
El avión de pasajeros Itavia McDonnell Douglas DC-9 se estrelló en el mar Tirreno frente a la costa occidental de Italia, entre las islas de Ponza y Ustica, en ruta de Bolonia a Palermo.
En 2015, el Tribunal de Apelaciones de Palermo dictaminó que el accidente fue causado por un misil que impactó al DC-9 y que el misil fue disparado por otro avión que cruzó la ruta del avión de pasajeros. El tribunal desestimó versiones anteriores sobre la colocación de una bomba a bordo del avión civil.
En su entrevista del sábado, Amato afirmó que el Elíseo debería admitir su responsabilidad, para poder «lavar la vergüenza que pesa sobre París».
«Después de cuarenta años, las víctimas inocentes [del accidente] no han recibido justicia. ¿Por qué seguir ocultando la verdad? Ha llegado el momento de arrojar luz sobre este terrible secreto de Estado. [El presidente francés Emmanuel] Macron podría hacerlo. Y la OTAN podría hacerlo», afirmó.
Francia y sus aliados estadounidenses han negado durante mucho tiempo cualquier participación en el accidente del vuelo 870 de Itavia.
Al comentar sobre las acusaciones de Amato, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, pidió al político que revele cualquier material que pueda tener relacionado con el incidente.
«Teniendo en cuenta que los materiales relativos a la tragedia del DC-9 no están clasificados y que las autoridades judiciales y las comisiones parlamentarias han trabajado mucho durante décadas, le pido a Amato que entienda si, además de sus conclusiones, tiene otras elementos que le permitan revisar las decisiones del poder judicial y del parlamento, y posiblemente ponerlas a disposición, para que el gobierno pueda tomar todas las medidas posibles y coherentes», dijo Meloni en un comunicado difundido por su oficina.