El dilema de la subida de tipos del Banco Central Europeo ante la caída de la actividad empresarial en la eurozona


Mientras las empresas de la eurozona hacen frente a fuertes descensos de la producción, los expertos creen que el Banco Central Europeo (BCE) se enfrenta a un complejo reto a la hora de decidir si continúa con su ciclo de subidas de tipos de interés en septiembre.

El índice de compras de los directivos (PMI, por sus siglas en inglés) del mes de agosto, publicado este miércoles, sitúa la actividad empresarial del bloque en su nivel más bajo desde 2020. Los datos muestran una fuerta contracción del sector servicios y un descenso continuado en la producción industria. La mayor potencia económica de la Unión Europea, Alemania, es la más afectada.

Esto plantea un dilema para el BCE, que se espera que anuncie su próximo movimiento sobre los tipos de interés en septiembre. El banco central ha subido en los últimos meses los tipos de interés para frenar el aumento de la inflación y controlar los precios al consumo. En julio, su novena subida consecutiva de 25 puntos básicos situó el tipo de depósito en el 3,75%, un máximo histórico conjunto que se alcanzó por última vez en 2000.

Aunque la inflación de la eurozona muestra signos de moderación (cayó al 5,3% en julio), sigue estando muy por encima del objetivo a medio plazo del BCE (2%). La inflación subyacente -sin los precios de la energía y los alimentos, que se consideran más volátiles- también se mantiene alta, en el 5,5%.

La directora del BCE, Christine Lagarde, ha afirmado en repetidas ocasiones que los tipos de interés seguirán subiendo hasta que disminuyan las presiones sobre los precios al consumo. Pero los expertos económicos creen que las perspectivas negativas de los PMI y otras muestras de atrofia del crecimiento económico pueden dividir las opiniones en el Consejo de Gobierno, principal órgano decisorio del BCE.

Un «equilibrio de los riesgos»
«El BCE está más preocupado por las actuales tasas de inflación que por el descenso de la actividad empresarial, que no es en absoluto inesperado», ha explicado a Euronews Stefan Gerlach, investigador del Centre for Economic Policy Research (CEPR) y economista jefe de EFG Bank. «Sospecho que algunos miembros del Consejo de Gobierno querrán mantener la cautela subiendo más los tipos de interés, mientras que otros querrán pausar las subidas para aliviar la presión sobre la economía», ha detallado.

«Sin duda, el equilibrio de los riesgos está empezando a cambiar. A algunos gobernadores del BCE les preocupará que un mayor endurecimiento de la política monetaria pueda empujar a la zona euro a la recesión el año que viene», ha añadido Gerlach.

Un riesgo sobre el que tampoco se ponen de acuerdo los expertos es si una pausa en la subida de tipos sería sólo eso, una pausa, o si en realidad pondría definitivamente fin al último año de endurecimiento de la política monetaria.

«El riesgo de que una pausa ponga fin al ciclo de subidas de tipos es elevado», ha explicado Carsten Brzeski, responsable mundial de investigación macroeconómica y economista jefe para la zona euro del banco ING, «por lo que los halcones del BCE probablemente seguirán presionando para que se produzca una subida de tipos en septiembre, que sería la última», ha apuntado. «En realidad ahora hay una probabilidad 50-50», ha asegurado.

La indecisión del BCE es «cara»
Brzeski también cree que el impacto en las empresas demuestra que el BCE «ha sido demasiado benévolo con el impacto negativo de sus propias subidas de tipos en la economía».

Con un desfase temporal entre la aplicación de la política monetaria y su impacto apareciendo en los datos económicos, otros expertos creen que el enfoque basado en datos del BCE es erróneo.

«El BCE dice que sus decisiones sobre el nivel y la duración de las restricciones se basan en un enfoque puramente dependiente de los datos. Pero los datos nos dan una imagen del presente y del pasado, no nos dicen mucho sobre cómo diseñar la política para el futuro», ha explicado Maria Demertzis, investigadora principal de Bruegel.

«El BCE sigue poniendo demasiado énfasis en el pasado como forma de entender el futuro y, en mi opinión, esto ha hecho que las decisiones lleguen tarde». Demertzis cree que el BCE debería cambiar de rumbo y pausar sus subidas de tipos en septiembre.

«En todo caso, ya ha dudado demasiado antes de hacer una pausa. Era demasiado tarde para empezar a subir los tipos de interés en septiembre y ahora se arriesga a cometer el mismo error parando tarde», ha apuntado.

Pero lo que Lagarde diga tras el anuncio sobre los tipos será igual de crítico y se seguirá de cerca. «Lo que ocurra a continuación sigue siendo incierto», ha asegurado Gerlach, «pero las señales en las comunicaciones de Lagarde, que en el pasado han creado incertidumbre, también serán fundamentales a medida que avancemos».

La directora del BCE, Christine Lagarde, ha sido criticada en el pasado por sus meteduras de pata en materia de comunicación, que han generado incertidumbre en los mercados. Sus mensajes en otoño serán cruciales, sobre todo si la institución con sede en Fráncfort emprende una nueva dirección como muchos esperan.

La próxima reunión de gobierno del BCE se celebrará el 14 de septiembre.

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