Rusia ha advertido repetidamente a Estados Unidos y sus aliados que proporcionar armas a Kiev prolongará aún más el conflicto de Ucrania.
Con más de dos millones de proyectiles de 155 mm ya enviados a Ucrania, EE. UU. enfrenta el problema de reabastecer su arsenal de municiones de artillería y construir nuevas líneas de producción, según un diario estadounidense citado por fuentes no identificadas.
Las fuentes advirtieron sobre «grandes desafíos para mantener una producción elevada de armas y equipos necesarios no solo para ayudar a Ucrania, sino también para garantizar la propia seguridad de Estados Unidos».
Según los expertos, el problema se complica por el hecho de que EE. UU. ya no produce TNT, que se necesita para fabricar proyectiles. El Pentágono ahora está colaborando con sus aliados y socios para aumentar los suministros de TNT, «potencialmente incluso desde Japón», según las fuentes.
Los comentarios se producen después de que un locutor estadounidense informara la semana pasada que Estados Unidos y la OTAN lidian con el “suministro cada vez menor de municiones de artillería” para Ucrania. La emisora citó a funcionarios no identificados diciendo que Estados Unidos “se ha estado acercando a esa línea roja mientras continúa suministrando a Ucrania municiones de 155 mm, el estándar de la OTAN utilizado para rondas de artillería”.
El asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, dijo a la red de noticias que, aunque EE. UU. comenzó a aumentar la producción de municiones el año pasado, aún tardarían “años” en producirlas en masa hasta niveles aceptables.
Esto se desarrolla en medio de la contraofensiva fallida de Kiev , que fue lanzada por las Fuerzas Armadas de Ucrania (UAF) el 4 de junio, después de múltiples retrasos. Desde el comienzo de la contraofensiva, Ucrania ha perdido más de 43.000 soldados y 4.900 unidades de equipo militar, según el Ministerio de Defensa ruso.
En el último desarrollo, el veterano periodista de investigación estadounidense Seymour Hersh informó a principios de esta semana, citando a un funcionario de inteligencia estadounidense, que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) notificó al Secretario de Estado Antony Blinken que es poco probable que la contraofensiva de Ucrania produzca resultados.
Estados Unidos y sus aliados incrementaron su asistencia militar a Kiev poco después de que Rusia lanzara su operación militar especial en Ucrania. Moscú ha advertido repetidamente que los países de la OTAN «juegan con fuego» al suministrar armas a Kiev, lo que, según el Kremlin, se suma a la prolongación del conflicto en Ucrania . El canciller ruso, Sergey Lavrov, por su parte, subrayó que cualquier cargamento con armas para Ucrania se convertirá en un objetivo legítimo para las fuerzas rusas.