La falta de demanda, la política monetaria estricta y una crisis energética prolongada han provocado una rebaja del crecimiento en Alemania, según indica una encuesta de Bloomberg.
La economía alemana permanecerá estancada en la segunda mitad del año mientras continúa lidiando con las consecuencias de una recesión de invierno, informó Bloomberg el lunes.
Según una encuesta realizada por el medio a principios de agosto, la producción económica en Alemania se contrajo en el segundo trimestre y se estancará en los tres meses hasta septiembre, lo que marca una caída más profunda de lo esperado.
La economía más grande de la UE será el único miembro del G7 que enfrentará una contracción este año, predijo previamente el Fondo Monetario Internacional.
El pronóstico para la economía alemana se ha revisado a la baja con un crecimiento esperado de solo 0,1% en el cuarto trimestre, ya que la demanda interna y las expectativas de los exportadores se han debilitado, según Bloomberg.
La industria alemana está luchando en medio de una demanda más débil de China, la escasez de trabajadores calificados, una política monetaria más estricta y las consecuencias prolongadas de la crisis energética, señaló el medio.
Una «recuperación generalmente esperada aún no se materializó a principios del verano», advirtió el Ministerio de Economía alemán en un informe separado publicado el lunes.
El sentimiento económico en el país ha sufrido debido a “la aún débil demanda externa, las continuas incertidumbres geopolíticas, las aún altas tasas de aumento de precios y los efectos cada vez más notorios del endurecimiento monetario”, dijo el informe.
“Los principales indicadores actuales, como los nuevos pedidos y el clima empresarial, aún no apuntan a una reactivación económica sostenida en Alemania en los próximos meses”, agregó.
Los analistas esperan que la economía alemana se contraiga un 0,3 % este año y advierten que probablemente solo se recuperará un 0,8 % en 2024, por debajo de la predicción anterior del 1 %.