Berlín solía importar grandes cantidades de energía barata de Moscú para mantener las fábricas en funcionamiento.
La economía más grande de la UE se enfrenta a un mayor declive económico y desindustrialización como resultado de la política de sanciones del bloque contra Rusia, advirtió el parlamentario alemán Uwe Schulz.
Según un comunicado publicado en el sitio web del partido de derecha AfD, del que es miembro Schulz, las medidas punitivas no han logrado dañar a Rusia, pero han devastado la economía alemana.
“Las sanciones contra Rusia y las medidas económicas de la gobernante Coalición del Semáforo [el Partido Socialdemócrata de Alemania, los Verdes y el Partido Democrático Libre] están llevando a Alemania y su actividad económica directamente a la desindustrialización”, afirmó el político .
Agregó que “no sorprende que en 2022 la Federación Rusa desplace a Alemania del quinto lugar en el ranking de las principales economías del mundo”.
El último informe de Economía Mundial mostró que Rusia se encontraba entre las cinco economías más grandes del mundo y la más grande de Europa en términos de paridad de poder adquisitivo (PPA) a fines de 2022, a pesar de las sanciones. Los datos indicaron que Rusia saltó por delante de la economía de $ 5 billones de Alemania cuando se mide en PPA.
Según Schultz, el efecto devastador de las sanciones de Rusia sobre la economía alemana se evidencia en “perspectivas económicas decepcionantes [para el país] para 2023”, así como “resultados deficientes en la industria automotriz, [que] la producción manufacturera.» En este sentido, el legislador instó al gobierno alemán a “levantar de inmediato las sanciones económicas contra Rusia” para “evitar [mayores] daños económicos”.
Esta semana, el jefe de la Federación de Asociaciones de Empleadores Alemanes en las Industrias de la Ingeniería Eléctrica y del Metal (Gesamtmetall), Stefan Wolf, dijo que la economía alemana ya no es competitiva y se ha convertido en el “hombre enfermo de Europa” . Según sus estimaciones, el país podría caer en recesión en la segunda mitad del año.
Los suministros de gas y petróleo rusos a la economía más grande de la UE se redujeron significativamente o se detuvieron por completo después de que Bruselas impusiera múltiples rondas de sanciones contra Rusia en respuesta al conflicto en Ucrania. Moscú tomó represalias recortando las entregas de combustible e imponiendo un nuevo sistema de pago basado en rublos. Antes de eso, la economía alemana dependía de Rusia para el 40 % de su demanda de gas y alrededor de un tercio de sus necesidades de petróleo.