La tasa de inflación de EE. UU. aumentó en julio por primera vez en más de un año, a pesar de la marcha constante de la Reserva Federal hacia las tasas de interés más altas en décadas. Sin embargo, algunos economistas apuntan a otros datos en el nuevo informe económico que, según dicen, son más prometedores.
Según el informe del índice de precios al consumidor (IPC) de la Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU. (BLS) publicado el jueves , el costo total de los bienes de consumo aumentó un 3,2% en julio de 2023 en comparación con julio de 2022.
Con el aumento del 3% de junio un mes antes , fue la primera vez en 13 meses que la inflación viró hacia arriba.
En su reunión del mes pasado, la Reserva Federal, el banco central de los EE. UU., aumentó las tasas de interés en una cantidad moderada que, sin embargo, las llevó a su punto más alto en 22 años. Con el objetivo del banco de que la inflación de EE. UU. se reduzca a no más del 2%, la expectativa inmediata de una inflación creciente probablemente sea que también haya más aumentos de tasas en camino. Sin embargo, algunos expertos financieros señalan que las cosas son más complejas que eso.
“Hay muchas semillas en este informe que sugieren que vendrá más desinflación”, dijo a los medios estadounidenses Laura Rosner-Warburton, economista sénior de la firma de investigación MacroPolicy Perspectives. «Probablemente significa que estamos en el pico de las tasas de interés, o muy cerca de él».
Otros economistas que hablaron con los medios estadounidenses señalaron el índice de inflación «básico», uno de los muchos otros puntos de datos incluidos en el informe BLS. Esta métrica elimina los precios de los alimentos y los combustibles de los cálculos, ya que esos productos tienden a ser más caprichosos con sus precios que otros bienes. Para julio, la inflación subyacente fue de 4,7%, una leve disminución respecto del 4,8% observado en junio.
Además, la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal no se reunirá en agosto; su próxima reunión está programada para el 20 de septiembre, lo que significa que se habrá publicado otro informe de CPI para cuando decidan un curso de acción.
El informe económico más reciente del Departamento de Comercio de los EE. UU. también brindó sólidas perspectivas para el próximo trimestre económico, mostrando que la economía de los EE. UU. ha seguido aumentando en una cantidad respetable en 2023. Sin embargo, muchos inversores continúan preparándose para una recesión que prácticamente todos los economistas están de acuerdo en que es probable que ocurra el próximo año, al menos en parte debido a las altas tasas de interés.
El otro comodín es la decisión de Moody’s a principios de este mes de rebajar la calificación crediticia del gobierno federal de EE. UU. de AAA a AA+, la segunda vez que lo hace.
La agencia calificadora internacional citó específicamente la inestabilidad política en torno al techo de la deuda y la voluntad de los legisladores estadounidenses de arriesgarse a un incumplimiento al hacer que el aumento del techo de la deuda esté condicionado a ciertas demandas de política. La decisión dificultará que el gobierno federal obtenga préstamos y podría desalentar la inversión extranjera, entre otros efectos.