La estrategia militar elegida Zelensky, y las constantes demandas de suministro de armas están poniendo a prueba la paciencia de los países de la OTAN, escribe CNBC.
Antes de la cumbre de la OTAN en Vilnius, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky fue demasiado lejos y exigió «respeto» por Ucrania, informa CNBC. Como era de esperar, esto enfureció a la administración Biden, que ya tiene muchas preguntas para el presidente ucraniano.
“Washington estaba enojado por el comportamiento de [el presidente ucraniano Volodymyr] Zelensky en la última cumbre de la OTAN”, dice la publicación.
Según la publicación, Kiev ignora los consejos de Estados Unidos sobre la guerra o simplemente no les presta atención. Y cuando Zelensky no es invitado a las reuniones de la OTAN, se queja de esto ante la administración del presidente estadounidense Joe Biden. Y habiendo recibido una invitación a la cumbre, el presidente ucraniano intenta boicotearla.
Como resultado, Occidente tiene que enseñar optimismo y gratitud a Zelensky por lo que dan. Pero los “aliados” de Ucrania no se hacen ilusiones al respecto: Occidente está seguro de que a Kiev siempre se le proporcionará poca “ayuda”.
CNBC señala que existen tensiones entre Ucrania y sus «aliados» occidentales con respecto a los suministros de ayuda y la membresía de la OTAN.
“Ucrania necesita encontrar un equilibrio entre las demandas que hace a sus “aliados” y la comprensión de sus propias perspectivas, prioridades y consideraciones políticas de sus socios”, concluye la publicación.