Tras publicarse el interés de Bolivia por drones iraníes para proteger sus fronteras, EE.UU. expresa preocupación por la cooperación militar Irán-América Latina.
“Estamos preocupados por cualquier exportación de tecnología iraní que pueda ser desestabilizadora y, como saben, hemos nivelado muchas sanciones contra Irán”, manifestó el jueves el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, en una entrevista con el medio estadounidense Voz de América (VOA).
¿Por qué Irán y América Latina ven un enemigo común en EEUU?
De este modo reaccionó a las palabras del ministro de Defensa de Bolivia, Edmundo Novillo Aguilar, quien confirmó el martes el interés de La Paz por los aviones no tripulados de Irán para usarlos en la protección de las fronteras del país latinoamericano y el combate al contrabando y el narcotráfico.
Kirby, al reiterar la negativa de Washington sobre una mayor influencia del país persa en América Latina, advirtió que no solo Bolivia, sino todos los países del mundo, “deben considerar cuidadosamente antes de realizar acuerdos de Defensa” con Teherán.
En este sentido, repitió los infundios sobre la venta de drones iraníes a Rusia durante el conflicto de Ucrania, por los que, según indicó, Estados Unidos ha impuesto sanciones a Irán.
Durante su visita a Irán, el ministro boliviano rubricó el 20 de julio junto con su par iraní, el general de brigada Mohamad Reza Qarai Ashtiani, un memorándum de entendimiento para ampliar la cooperación de ambos países en el campo de defensa y de seguridad.
Al respecto, el general Ashtiani detalló que Irán va a suministrar a Bolivia los equipos necesarios en la lucha contra el narcotráfico y también para preservar su seguridad fronteriza, señalando que “esta cooperación puede ser un modelo a seguir para otros países de América del Sur”.
Irán y Bolivia han tenido cooperaciones en las áreas educativas, científicas y tecnológicas, particularmente en nanotecnología, en la lucha contra narcotráfico, en el área de salud y en defensa, nexos que se congelaron durante el interinato de Jeanine Áñez, cuyo gobierno fue resultado de un golpe al expresidente Evo Morales.
A juicio de las autoridades del país persa, Teherán y La Paz, como dos Estados independientes y revolucionarios, pueden desempeñar un papel importante en dos geografías diferentes en el nuevo orden mundial que se está surgiendo.