Las tasas de personas sin hogar en el Reino Unido alcanzan el máximo de cinco años, a medida que se profundiza la crisis del costo de vida


La tasa de personas sin hogar en Inglaterra está en su nivel más alto desde 2018 debido a las políticas gubernamentales, que han obligado a un número récord de familias a vivir en alojamientos temporales, según cifras oficiales.

Según los datos oficiales del gobierno de enero a marzo, publicados el martes, alrededor de 79.840 hogares recibieron ayuda de las autoridades locales para abordar la falta de vivienda o el riesgo de quedarse sin hogar, ya que los expertos culpan a una «vergonzosa» falta de vivienda social.

Mientras tanto, alrededor de 105.000 hogares estaban en alojamiento temporal, un 10 por ciento más que el año anterior y el más alto desde que comenzaron los registros de la cifra en 1998. Este número incluía a más de 131.000 niños, el nivel más alto desde que comenzaron los registros para esa medida en 2004.

Si bien el número ha fluctuado en los últimos años, las organizaciones benéficas y los institutos de estadística han descrito las nuevas cifras como extremadamente «preocupantes».

Para el mismo período de 2022, el número de niños que vivían en alojamientos temporales era de 119.780. Sin embargo, fue una disminución desde 2021, cuando había 121.300 niños en el mismo período.

Los números han provocado llamados para que el gobierno reforme las leyes de alquiler más rápido y construya viviendas más asequibles, y los activistas advirtieron que «el tiempo de las palabras vacías sobre la construcción de viviendas sociales» había «pasado hace mucho».

Matt Downie, director ejecutivo de Crisis, dijo que las familias quedaron atrapadas en alojamientos temporales debido al “costo paralizante [de] años sin inversión en beneficios de vivienda y una vergonzosa falta de construcción de viviendas sociales”.

La organización benéfica para personas sin hogar, Shelter, también pidió al gobierno que tome medidas decisivas para evitar que la situación empeore.

Polly Neate, directora ejecutiva de Shelter, dijo: “Para terminar con la falta de vivienda para siempre, necesitamos viviendas genuinamente asequibles. Michael Gove está de acuerdo en que los hogares sociales son esenciales para resolver la emergencia de vivienda, por lo que es hora de que su gobierno se ponga manos a la obra y los construya”.

“Los desalojos sin culpa están alimentando la falta de vivienda y poniendo en crisis la vida de miles de familias”, agregó Neate.

Mientras tanto, Riverside, otra organización líder que brinda alojamiento a personas sin hogar, describió las cifras como «muy preocupantes».

Las últimas cifras llegan un día después de que el Secretario de Estado de Nivelación, Vivienda y Comunidades, Michael Gove, expresó su compromiso manifiesto de construir 300,000 viviendas al año para mediados de la década de 2020, pero no dijo cuándo se lograría.

El portavoz oficial del primer ministro, Rishi Sunak, también afirmó que el gobierno está en camino de cumplir su objetivo de construir un millón de casas entre 2019 y 2024.

Sin embargo, Rick Henderson, director ejecutivo de Homeless Link, la organización benéfica nacional de membresía para organizaciones de primera línea para personas sin hogar, dijo que las últimas cifras eran una «lectura angustiosa» y describió la situación actual como «grave».

El Ejército de Salvación advirtió que, a menos que se levante el congelamiento de los beneficios de vivienda, más familias perderán sus hogares debido a los aumentos de alquiler.

Nick Redmore, director de servicios para personas sin hogar de la organización benéfica, dijo: “Las cifras de hoy muestran que más personas que nunca están perdiendo la batalla para mantener un techo sobre sus cabezas. A menos que se aumenten urgentemente los beneficios de vivienda para cubrir el costo del alquiler, la crisis de personas sin hogar solo empeorará”.

El Reino Unido está atrapado en medio de una crisis del costo de vida, con altas tasas de inflación que hacen que las personas tengan dificultades para pagar lo esencial y hacer frente a los precios de alquiler que aumentan rápidamente.

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