Excomandante de la OTAN en Europa sugiere atacar buques rusos en el mar Negro

Un almirante retirado de la Armada de Estados Unidos y excomandante supremo aliado en Europa de la OTAN sugirió desplegar las fuerzas de la Alianza en el mar Negro y atacar a las naves de guerra rusas. Sus palabras llegan luego de que la Defensa rusa advirtiera que los buques con destino a puertos ucranianos serán considerados como militares.

El almirante retirado James Stavridis sugirió atacar a los navíos de guerra rusos si estos intentan bombardear los barcos que salen o entran en los puertos ucranianos.

«La OTAN y EEUU podrían escoltar graneleros, y tienen capacidades suficientes para ello porque hay tres grandes países miembros de la OTAN en el mar Negro», declaró Stavridis a los medios estadounidenses en referencia a TurquíaBulgaria y Rumanía.

«Si un buque de guerra ruso ataca a un granelero, que es un navío humanitario que opera en aguas internacionales, la OTAN debería abrir fuego en respuesta«, añadió el almirante retirado.
Stavridis tiene experiencia en realizar operaciones navales agresivas en países lejanos a las costas occidentales. En 1987-1988, participó en Operación Earnest Will de EEUU para proteger a los petroleros kuwaitíes durante la guerra entre Irán e Irak. Estados Unidos atacó navíos de guerra iraníes y, el 3 de julio de 1988, el crucero de misiles USS Vincennes derribó un avión comercial iraní sobre el estrecho de Ormuz, lo que causó 290 muertos entre pasajeros y tripulación.
El 17 de julio de 2023, Rusia suspendió su participación en la Iniciativa de Granos del Mar Negro, por el sistemático incumplimiento por parte de EEUU y Europa de las condiciones y una serie de restricciones a las exportaciones rusas de cereales y fertilizantes. Moscú señaló que menos del 5% de todo el grano ucraniano exportado en el marco del acuerdo de granos llega efectivamente a los países necesitados y aseguró que tomaría medidas para garantizar la seguridad alimentaria de estos países.
El 20 de julio, el Ministerio de Defensa ruso declaró que ya no podía garantizar la seguridad del transporte marítimo por la zona noroccidental del mar Negro y advirtió que los buques que naveguen en sus aguas con destino a puertos ucranianos serán considerados como potenciales portadores de carga militar.