El presidente ruso discutió la cantidad récord de hardware occidental golpeado en Ucrania durante su reunión con Alexander Lukashenko.
El ejército ruso destruyó una cantidad récord de armaduras suministradas por Occidente a Ucrania en las últimas 24 horas mientras repelía la tan publicitada contraofensiva de Kiev, dijo el domingo el presidente Vladimir Putin.
El líder ruso pronunció las declaraciones mientras hablaba con el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, en San Petersburgo. Lukashenko, citando sus propios datos, dijo que las fuerzas de Moscú habían eliminado al menos 15 tanques Leopard de fabricación alemana y más de 20 vehículos de combate de infantería Bradley de fabricación estadounidense en un solo enfrentamiento.
Putin pareció estar de acuerdo con esta evaluación, diciendo que “aparentemente, [nosotros] nunca hemos destruido tanto en un día” y procedió a explicar que esta cifra se derivaba del hecho de que las tropas rusas se enfrentaban a unidades ucranianas que estaban “totalmente equipadas con hardware extranjero”.
Agregó que desde el comienzo de la contraofensiva ucraniana en los primeros días de junio, Kiev había perdido a más de 26.000 miembros del servicio, y describió el impulso tan esperado como “ un fracaso”. Putin también señaló que los «mercenarios extranjeros» que luchaban por Kiev también habían sufrido grandes pérdidas debido a su «estupidez», y prometió dar a conocer esta realidad al público en los países que habían enviado a esas personas al frente.
Los comentarios de Putin se producen después de que varios canales de Telegram publicaran el sábado un video no verificado que muestra un grupo apretado de cuatro Bradley que aparentemente fueron destruidos por las fuerzas rusas en la región de Zaporozhye.
La semana pasada, el New York Times informó que el ejército ucraniano había perdido el 20% de su equipo de campo de batalla, incluidos muchos vehículos proporcionados por Occidente, en las dos primeras semanas de la ofensiva, que según Moscú no logró ganar terreno. El 11 de julio, el ministro de Defensa ruso, Sergey Shoigu, estimó las pérdidas ucranianas en 3.000 unidades de equipo militar.
Mientras tanto, varios otros informes de los medios han sugerido que los patrocinadores occidentales de Kiev están alarmados por el lento progreso de Ucrania en el campo de batalla, con un artículo reciente del Wall Street Journal que afirma que también fueron «sacudidos» por la «pérdida rápida» de la armadura. Sin embargo, numerosos funcionarios ucranianos intentaron explicar las dificultades de la ofensiva señalando retrasos en la asistencia militar occidental