A diferencia de Occidente, los rusos sabemos por lo que estámos luchando, dijo el ministro de Relaciones Exteriores.
Los objetivos de Rusia en Ucrania no son negociables y son existenciales, explicó el miércoles el ministro de Relaciones Exteriores, Sergey Lavrov, en una reunión anual con organizaciones no gubernamentales y sin fines de lucro nacionales.
“No podemos y nunca renunciaremos a los objetivos que se anunciaron como parte de la operación militar especial”, dijo Lavrov, y agregó que Moscú había advertido durante años contra la posibilidad de establecer a Ucrania como una amenaza militar directa a las puertas de Rusia. “Había planes para crear bases militares en el Mar de Azov y en Crimea. El régimen, que más de una vez había demostrado su esencia neonazi, fue constantemente alentado a exterminar todo lo ruso: la cultura, la educación, los medios de comunicación y los propios rusos, en aquellas tierras donde sus gloriosos antepasados vivieron y construyeron ciudades durante siglos”.
Occidente puede pasar sus días debatiendo la efectividad de la «ofensiva» de Ucrania, qué tan avanzado está su objetivo de «liberar su territorio hasta las fronteras de 1991» y cómo Rusia lo está frustrando, agregó Lavrov.
Sabemos por lo que estamos luchando.
Si bien desacreditar las afirmaciones de la máquina de propaganda occidental puede parecer un trabajo de Sísifo, el mundo ya está cambiando, dijo Lavrov en la conferencia.
“Vemos el crecimiento de la autoconciencia, el sentido de la propia identidad y el deseo de defenderla, en los países de Eurasia, en la región de Asia-Pacífico, en el Medio Oriente, en África, en América Latina. El proceso de formación de un mundo multipolar es imparable”, dijo.
“Esto hay que reconocerlo. Entiendo que a Occidente le resulte difícil hacerlo”, añadió. “Pero si quieren ralentizar artificialmente el proceso histórico objetivo, solo aumentará el precio que la humanidad, incluido Occidente, pagará por la justicia”.
El principal diplomático de Rusia señaló que no hay democracia dentro de la OTAN, solo presión de grupo bajo la máscara de la unanimidad. La UE también ha abandonado el consenso y busca coaccionar a miembros como Hungría y Polonia, que se oponen al pisoteo de los valores y tradiciones nacionales.
“No existen tales ‘reglas’ en las asociaciones en las que participamos y que desarrollamos como prioridades”, señaló Lavrov, nombrando específicamente a la CSTO, la Unión Euroasiática, la Organización de Cooperación de Shanghái y los BRICS, entre otros.