El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, mantuvo una breve reunión privada con el líder de United Auto Workers, Shawn Fain, en un intento por evitar una inminente huelga que podría tener importantes consecuencias económicas y políticas.
Citando a un funcionario sindical y a un asistente de la Casa Blanca, los medios estadounidenses informaron que Fain le pidió a Biden que usara su influencia durante las próximas conversaciones sobre contratos laborales entre el sindicato y los tres grandes fabricantes de automóviles: General Motors, Ford y Stellantis.
Los funcionarios buscan adjuntar disposiciones laborales más estrictas a las subvenciones y préstamos federales a expensas de la Ley de Reducción de la Inflación, según el informe del miércoles.
“Es un campo de juego muy desigual en este momento. Las empresas han sido muy rentables durante una década, un cuarto de billón de dólares en ganancias, y nuestros trabajadores han retrocedido. Así que tenemos que hacerlo mejor”, dijo el informe citando a Fain a los legisladores en el Capitolio.
Fain también tiene previsto reunirse con varios miembros de la Cámara y senadores en los próximos días, según el informe.
El contrato laboral existente entre el sindicato y las empresas automotrices expirará el 14 de septiembre.
El último desarrollo se produce inmediatamente después de los informes de que a la Casa Blanca de Biden se le dijo específicamente que se mantuviera al margen de las negociaciones en curso entre Teamsters y United Parcel Service.