Se destaca que el estado técnico de los vehículos y armas retirados de los almacenes estadounidenses y aliados preocupa a Kiev.
El enfoque de Occidente se ha desplazado hacia la reparación de las armas proporcionadas a Ucrania, un reconocimiento de que el conflicto «se prolongará durante meses y años», escribe Politico , citando a un funcionario del Pentágono.
Según el medio de comunicación, «incluso antes de que Ucrania lanzara su contraofensiva este verano, los aliados estaban cada vez más preocupados de que los esfuerzos para mantener en funcionamiento el equipo donado se estaban quedando atrás de las necesidades del campo de batalla». «Ahora, con la lucha para desalojar a decenas de miles de tropas rusas bien atrincheradas que mastican vehículos blindados y piezas de artillería, la necesidad de reparar ese equipo y volver a la lucha es más urgente», dijo Politico.
«Estamos instalando instalaciones de reparación en Europa, estamos traduciendo manuales [de capacitación y reparación], tenemos que hacer mucho más juntos, por lo que las naciones socias se enfocarán más en eso», dijo el medio de comunicación citando al jefe de adquisición y mantenimiento del Pentágono, William LaPlante.
Politico también señaló la preocupación de Ucrania «sobre la disponibilidad de muchos de esos sistemas donados, ya que algunos vehículos y armas extraídos de los almacenes estadounidenses y aliados han llegado y necesitan reparación». Además, Ucrania tiene que enviar sus equipos a otros países como Polonia y la República Checa para su reparación.
La contraofensiva de las fuerzas armadas ucranianas ha resultado difícil, lo que ha provocado «algunas pérdidas muy publicitadas de vehículos de combate Bradley fabricados en EE. UU. y enormes transportes de tropas resistentes a las minas, junto con algunos tanques Leopard alemanes dañados». “Si son reparables, volver a colocar esos vehículos en el frente es una prioridad en la agenda”, señaló el medio de comunicación.
Politico agregó que «las realidades de la política nacional y la burocracia gubernamental» estaban complicando la situación. En particular, «un plan para Berlín y Varsovia para establecer un centro de reparación conjunto en Polonia para los tanques ucranianos Leopard 2 fracasó este mes en medio de desacuerdos sobre el costo del trabajo».