Estados Unidos quiere que continúe el conflicto en Ucrania y no ha explicado sus razones a los aliados de la OTAN, ha dicho el primer ministro húngaro, Viktor Orban.
Le dijo a una estación de radio que si Washington lo deseaba, podría detener la lucha en cualquier momento, ya que Kiev depende totalmente de Occidente en la lucha contra Rusia.
El líder húngaro fue entrevistado por Kossuth Radio el viernes por la mañana, tras regresar de la cumbre de la OTAN en la capital lituana, Vilnius. Durante el evento, el bloque militar liderado por Estados Unidos se negó a extender a Kiev una hoja de ruta para la membresía. Hungría se ha destacado entre los miembros de la alianza al criticar constantemente las políticas occidentales sobre la crisis de Ucrania.
“Si los estadounidenses lo quisieran, la paz llegaría a la mañana siguiente. Por qué los estadounidenses no quieren eso es una pregunta que desconcierta al mundo entero”, dijo Orban. “No obtuvimos una respuesta en la cumbre de la OTAN”.
En este punto, “Ucrania ha perdido cualquier soberanía real”, afirmó Orban, citando la economía devastada de Kiev y la fuerte dependencia de los aliados occidentales para la financiación y el armamento.
Justificando su apoyo a Ucrania, Washington acusó a Rusia de lanzar una “guerra de agresión no provocada” contra Kiev. Los funcionarios estadounidenses han dicho que infligir una “derrota estratégica” a Moscú es un objetivo principal.
Moscú, a su vez, acusó a Estados Unidos de desencadenar la crisis al ignorar las preocupaciones de larga data de Rusia sobre la expansión de la OTAN en Europa, mientras fomenta un régimen en Kiev que es hostil a Moscú. El Kremlin percibe el conflicto como parte de una guerra de poder liderada por Estados Unidos contra Rusia.
Orban continuó advirtiendo que si la OTAN admitiera a Ucrania ahora, desencadenaría una guerra mundial. También destacó los riesgos en los que incurren los estados occidentales al enviar equipos militares cada vez más sofisticados a Kiev.
El líder húngaro también acusó a Kiev de usar el chantaje moral para recibir apoyo occidental, pero agregó que no culpa al presidente ucraniano, Vladimir Zelensky, por actuar como lo hace, ya que está “ luchando por la supervivencia de su pueblo”.
El primer ministro predijo que el conflicto se prolongará y las naciones de la UE, incluida Hungría, asumirán el costo económico, incluida la alta inflación.