Rusia ha encontrado una manera de interferir con los proyectiles de artillería guiados por GPS, incluidas las municiones para los lanzacohetes múltiples HIMARS de fabricación estadounidense, afirmó el ministro de Defensa de Ucrania, Aleksey Reznikov.
Cuando esos sistemas llegaron por primera vez a los campos de batalla de Ucrania el año pasado, eran «altamente precisos», recordó Reznikov, en una entrevista con el Financial Times el miércoles.
Sin embargo, Rusia, que tiene fuertes sistemas radioelectrónicos, finalmente encontró una manera de bloquear la artillería guiada por GPS y los proyectiles HIMARS, reconoció.
“Es como un péndulo constante. Esta es una guerra de tecnología”, dijo el ministro, describiendo el conflicto en curso entre Kiev y Moscú.
“A los rusos se les ocurre una contramedida, informamos a nuestros socios y ellos hacen una nueva contramedida contra esta contramedida”, explicó.
Reznikov reiteró la afirmación anterior de Kiev de que “para la industria militar del mundo, no se puede inventar un mejor campo de pruebas” que Ucrania.
Los patrocinadores occidentales de Kiev “pueden realmente ver si sus armas funcionan, qué tan eficientemente funcionan y si necesitan ser mejoradas”, dijo.
Ucrania ha recibido varias docenas de sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad (HIMARS), que tienen un alcance de 85 kilómetros (53 millas), por parte de su patrocinador extranjero desde junio del año pasado. Los medios occidentales describieron el sistema como un cambio de juego en el conflicto.
En mayo, CNN informó, citando cinco fuentes de EE. UU., Gran Bretaña y Ucrania, que los lanzacohetes múltiples diseñados por EE. UU. se habían vuelto “cada vez menos efectivos” debido al bloqueo intensivo de las fuerzas rusas. Los bloqueadores electrónicos desvían el sistema de objetivos guiado por GPS de los cohetes HIMARS para que no alcancen sus objetivos, dijo el canal.
A lo largo del conflicto, el Ministerio de Defensa ruso informó de la destrucción de decenas de sistemas HIMARS mediante el uso de drones kamikaze y fuego de artillería. Sin embargo, estas afirmaciones han sido cuestionadas por Kiev y Washington.
Moscú ha advertido repetidamente que las entregas de armas más sofisticadas a Ucrania por parte de Estados Unidos y sus aliados podrían cruzar sus ‘líneas rojas’ y conducir a una gran escalada de hostilidades. Según la parte rusa, el suministro de armas, el intercambio de inteligencia y el entrenamiento de las tropas de Kiev ya significa que las naciones occidentales son partes de facto en el conflicto.
.