Irán pide a sus ciudadanos evitar realizar viajes innecesarios a Francia debido a la “crisis actual” y aconseja al Gobierno galo atender las demandas del pueblo.
Tras el estallido de disturbios en Francia por el asesinato de un joven de 17 años a manos de las fuerzas policiales en los suburbios de París (la capital), el portavoz de la Cancillería de Irán, Naser Kanani, ha instado este domingo al Gobierno y la Policía franceses a ejercer contención, evitar la violencia y prestar atención a los reclamos de los manifestantes.
Al respecto, ha comentado que el trato discriminatorio hacia la población migrante y la negativa de algunos países europeos a aceptar y corregir este comportamiento incorrecto han causado condiciones desfavorables para los ciudadanos europeos, incluso en Francia.
“Se espera que el Gobierno francés ponga fin a la violencia contra su pueblo respetando los principios basados en la dignidad humana, la libertad de expresión y el derecho de los ciudadanos a manifestarse pacíficamente”, ha puntualizado.
Tras enfatizar que la República Islámica de Irán sigue de cerca los acontecimientos actuales en Francia, el vocero ha pedido a los iraníes que viven en el territorio galo abstenerse de viajes innecesarios a las ciudades y zonas donde hay enfrentamientos, debido a la situación insegura e impredecible que existe.
Además, ha llamado a que los compatriotas a evitar viajar a este país, tanto como sea posible, por la crisis actual que se enfrenta.
Las imágenes del racismo policial contra Nahel, grabadas por testigos, desataron el martes una fuerte indignación en el país, lo que degeneró en un levantamiento popular sobre todo en los barrios importantes de las grandes ciudades y en el cinturón metropolitano de París.
Los franceses denuncian el abuso de la Policía de una ley, aprobada en 2017, que permite a los agentes disparar contra un vehículo que no respeta un control, siempre que esté en peligro la vida de los uniformados u otras personas. Solo en 2022 murieron 13 personas en circunstancias similares a las de Nahel.
Las protestas siguen sacudiendo las ciudades de toda Francia, a pesar del despliegue sin precedentes de unos 45 000 blindados y policías para tratar de sofocar la gente.