Los ucranianos no pueden atravesar nuestras defensas : Comandante de Akhmat


El tan anunciado ataque de Ucrania no ha podido romper ninguna de las líneas defensivas rusas, pero Kiev sigue enviando hombres a la muerte, dijo el jueves el comandante de la fuerza especial chechena ‘Akhmat’, Apty Alaudinov, a Russia 1 TV.

“La imagen que vemos es que el enemigo, habiendo llegado a nuestra primera línea de defensa, no puede avanzar a través de ella. Les advertimos sobre esto. Siendo realistas, no tienen las fuerzas y los recursos, a pesar de todo lo que han construido, para romper nuestros tres escalones”, dijo Alaudinov en el programa de noticias vespertino ’60 Minutos’.

“Que desperdicien [a su gente], como lo planearon, hasta el último ucraniano. Solo empeoran las cosas para ellos mismos. El resultado realista, siempre lo he dicho, será el mismo. Definitivamente ganaremos esta batalla”, agregó.

Más tarde, en su canal de Telegram, Alaudinov repitió que las fuerzas ucranianas “ni siquiera pasaron nuestra primera línea de defensa en ningún sector”. Si bien las tropas de Kiev han «ocupado temporalmente» algunos terrenos aquí y allá, ninguna de esas posiciones representa una amenaza estratégica, sostuvo.

Alaudinov también restó importancia a la pequeña presencia ucraniana cerca del puente Antonovsky destruido en Kherson, calificándolo de un truco de relaciones públicas sin resultados militares significativos, pero a costa de un gran número de bajas, ya que las fuerzas rusas “los destruyen sistemáticamente” .

La ofensiva ucraniana, que originalmente se suponía que comenzaría en la primavera, comenzó el 4 de junio en el frente sur. Kiev esperaba una victoria en el campo de batalla antes de la cumbre de la OTAN del 11 de julio en Lituania.

Una serie de ataques del tamaño de una compañía se topó con campos de minas, fuego de artillería, helicópteros de ataque e infantería y tanques atrincherados. El presidente ruso Vladimir Putin ha descrito las pérdidas de Kiev como “catastróficas” y diez veces mayores que las de Moscú.

En las tres semanas de intensos combates, las fuerzas de Kiev sufrieron más de 13.000 bajas, junto con cientos de tanques y otros vehículos blindados, muchos de ellos suministrados por Occidente.

Aleksey Danilov, jefe del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania, reconoció el miércoles que la lucha es un “trabajo duro” y pidió paciencia a Occidente.

El presidente ucraniano, Vladimir Zelensky, admitió que sus tropas habían encontrado “una resistencia muy dura” sobre el terreno. Mientras tanto, el ministro de Defensa, Aleksey Reznikov, ha tratado de presentar los ataques como una “operación de preparación”, y no como la ofensiva en sí.

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