El sentimiento, expresado recientemente por el primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha sido reiterado por su gobierno.
El gobierno húngaro ha criticado a la UE, declarando que en su estado actual no trae «ni paz ni prosperidad» a los estados miembros. El primer ministro Viktor Orban, que asistía a una cumbre de líderes del bloque en Bruselas, ofreció una evaluación similar del bloque.
La posición de Orban se transmitió a través de la cuenta oficial de Facebook de su gobierno el martes, el primer día de la reunión de dos días de alto perfil en Bruselas. Aparentemente, la declaración provino de una entrevista que el líder húngaro había dado a los medios alemanes a principios de semana.
Cuando el tabloide alemán Bild le preguntó si podía explicar la creciente popularidad de Alternativa para Alemania (AfD), un partido político de derecha, el primer ministro citó la desilusión con la UE como una posible causa.
“La Unión Europea se creó por dos razones. El primero es la paz, y ahora hay guerra. El segundo es la prosperidad: la economía está en un estado cada vez más preocupante, es difícil mantener la competencia y cada vez es más difícil asegurar la prosperidad de las personas”, argumentó Orban.
“Por eso veo que los llamados partidos de protesta cobran fuerza en todas partes de Europa. No estoy hablando solo de Alemania, estoy hablando de Europa en general”, agregó.
Hungría se destaca entre los miembros de la UE por haber criticado constantemente el enfoque de Occidente sobre el conflicto de Ucrania. Armar y entrenar a las tropas de Kiev y castigar a Rusia con sanciones económicas no ha acercado más la tregua y ha causado graves daños al propio bloque, según Budapest.
Ucrania es uno de los puntos principales de la agenda de la cumbre de la UE. Se espera que los líderes del bloque ofrezcan algún tipo de garantía de seguridad a Kiev y proporcionen garantías de asistencia militar continua.
Orban le dijo a Bild que Ucrania no tiene posibilidades de ganar contra Rusia, independientemente de la cantidad de dinero occidental que se invierta, porque eventualmente Kiev se quedará sin mano de obra.