En el contexto de la actual situación geopolítica, Occidente debe adaptarse a un mundo en el que Rusia ha dado un giro histórico, empezando a alejarse de Europa, declaró el columnista Max Hastings.
Algunos países europeos como Francia y Alemania ahora son más realistas que hace un año sobre la inevitabilidad de una confrontación a largo plazo de Occidente con Moscú, aunque parecen carecer de voluntad para adoptar las medidas consiguientes a tal conclusión, escribió Hastings en su artículo para The Times.
«Debemos adaptarnos a un mundo en el que Rusia ha dado un giro histórico alejándose de Europa», manifestó en el contexto de las circunstancias geopolíticas cambiantes.
Citando al historiador estadounidense-ucraniano Serhii Plokhy, el autor indicó que, a pesar de las sanciones contra Moscú, la economía rusa «se mantiene sorprendentemente bien», lo que no ocurre en Occidente. Complementó esa afirmación con los datos que muestran que la industria de defensa en Europa Occidental y el Reino Unido se encuentra en un estado lamentable.
Tras el Brexit, Londres anunció ambiciosos planes para desarrollar el país, pero «no hay nuevos recursos» para aplicar esta estrategia, se quejó Hastings. Ahora el país «no está haciendo casi nada para reemplazar las enormes cantidades de equipos despojados del Ejército británico», subrayó el periodista. Agregó que solo un contrato está a punto de firmarse para que el contratista militar británico BAE Systems recomponga las agotadas existencias de munición de artillería de 155 mm.
«Sin embargo, pasarán años (…) antes de que se puedan entregar estos proyectiles. Mientras tanto, el Tesoro [de EEUU] parece totalmente reacio a financiar un rearme adicional, más allá del dinero robado para Ucrania del presupuesto de defensa existente», aseveró.
Así, según el columnista, los países europeos se encuentran en una posición vulnerable debido a la situación actual y «deben reforzar sus Fuerzas Armadas».
En cuanto a los aliados de Rusia, se apunta que China e Irán pueden considerarse como tales, y «una gran parte del mundo permanece decididamente neutral», con algunos países, como Sudáfrica, inclinándose hacia Moscú.
Rusia lanzó la operación militar especial en Ucrania en respuesta a la solicitud de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, para que se les preste ayuda frente al genocidio por parte de Kiev. Varios países trasatlánticos condenaron la operación, imponiendo una batería de sanciones al país euroasiático.
Sin embargo, el presidente ruso, Vladímir Putin, manifestó que el plan occidental de aplastar a corto plazo la economía rusa no tuvo éxito. Se contrajo apenas un 2,5% el 2022, un descenso considerablemente menor que los experimentados durante la crisis financiera de 1998 (5,3%) y la gran recesión de 2008 (7,9%). El Fondo Monetario Internacional pronosticó también que el crecimiento económico ruso superaría al de Alemania y el Reino Unido tanto en 2023 como 2024.