El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha asegurado este viernes en su visita oficial a Francia que las exigencias de la Unión Europea para un acuerdo de libre comercio con Mercosur son una «amenaza» y ha criticado el escaso énfasis que la comunidad internacional está poniendo para luchar contra la desigualdad.
«Estoy deseando hacer un acuerdo con la UE, pero no es posible», ha dicho Lula frente al presidente francés, Emmanuel Macron, durante su intervención en un acto celebrado en el Palacio Brongniart, en París, reprochando a Bruselas que haya elaborado una cláusula adicional con la que se «amenaza» a un socio estratégico.
El tono de sus críticas han subido en esta ocasión, después de que en la víspera, a su paso por Italia, calificara de «inaceptables» las condiciones de Bruselas, que ante el temor por la política medioambiental de Jair Bolsonaro impuso una cláusula rechazada ahora por el Gobierno de Lula.
Entre los términos criticados por Lula está el que permite que las empresas europeas y brasileñas reciban el mismo trato por parte del Gobierno Federal, o el que sanciona a los países sudamericanos que incumplan el Acuerdo de París de 2015, en lo que respecta al compromiso de reducir las emisiones de gases invernaderos.
A su vez, tampoco ha gustado, en referencia a una ley aprobada por el Consejo Europeo en mayo de este año, la prohibición de importar productos de áreas deforestadas después de 2020, bajo pena de multas.
En otro orden de cosas, el presidente brasileño también ha defendido la necesidad de incluir en el centro del tablero político, junto a la cuestión climática, la lucha contra la desigualdad.
«No es posible que en una reunión entre presidentes de países importantes no aparezca la palabra ‘desigualdad’ (…) Estamos en un mundo cada vez más desigual y la riqueza se concentra cada vez más en menos manos. Si no abordamos ese asunto con la misma prioridad que la cuestión climática, la gente puede tener mejor clima, pero la gente seguirá muriendo de hambre», ha alertado.
Durante su intervención, Lula también ha abordado la idea de crear una moneda común en América Latina y se ha preguntado por qué Brasil y Argentina, por ejemplo, tienen que comerciar con el dólar. En ese sentido, ha subrayado que esta es una de sus prioridades y como tal la planteará en la próxima reunión de los BRICS.
A su vez, ha prometido acabar para 2030 con la deforestación ilegal en la Amazonía, ha pedido a los países más ricos que inviertan en las economías menos desarrolladas y ayuden a luchar de verdad contra la pobreza, y ha defendido un nuevo diseño del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. «Los miembros permanentes de hoy ya no representan la realidad política de 2023», ha dicho.